La Asamblea del Vicariato Ñuflo de Chávez, tuvo lugar del 8 al 10 de marzo del presente año, en los salones del Centro Pastoral de “San Ramón”, la cual estuvo enmarcada en el tiempo litúrgico de Cuaresma, tiempo, de proyectos de vida, decisiones y cambios profundos; a veces, de transfiguraciones, pero siempre buscando la voluntad de Dios.
Con ese sentir acudieron: sacerdotes, hermanas religiosas y laicos comprometidos, para vivir una nueva experiencia de comunión eclesial. Esta vez, con una fuerte insistencia en la familia, y en la conversión pastoral. Lo que implica; cambiar la mente, el corazón y las actitudes, porque, sólo los que están convertidos a la Palabra, pueden irradiar vida.
Mons. Antonio Reimann hizo memoria de los acuerdos de la última Asamblea Pastoral, y luego, cada una de las parroquias presentó su caminar, a la luz de las prioridades y acuerdos que, hace dos años, en cada zona se habían determinado.
Para esta asamblea se contó con la presencia de Mons. Fernando Bascopé, quien hizo una interesante exposición sobre la visión cristiana de la familia, desde el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret.
También se contó con la visita del grupo Fazenda, venido desde Brasil, quienes expusieron sus métodos, enfatizando que; “El evangelio permite enfrentar todos los problemas; sociales y familiares.”
El viernes 9 de marzo, se hizo presente el Nuncio Apostólico Mons. Gianbattista Diquattro, quien señaló que; “El señor nos llama, y nos llama definitivamente, por lo que tenemos que responder de modo generoso”.
También enriquecieron la asamblea, desde sus ponencias, los siguientes invitados: Pbro. Raúl Arrázola Gutiérrez, Gran Canciller del Arzobispado de Santa Cruz, Dra. María Ester Serrano, miembro del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de Santa Cruz, P. Reinaldo Brumberger, Vicario Provincial OFM y el Diácono Permanente Sr. Hugo Pozo con su señora esposa.
Son muchos los desafíos en nuestro Vicariato, y estamos convencidos que el encuentro con Cristo, nos conducirá a nuevos compromisos. La exigencia de ser discípulo y misionero bajo los principios de respeto, solidaridad, nos conducen a apostar por la vida, desde las distintas pastorales especificas, y de modo particular por la familia, y una verdadera conversión pastoral.
Seminarista: Henry Macias