En el Centro Pastoral de San Ramón el día 25 y 26 de Junio de 2011, se llevó a cabo la convivencia vocacional organizada por los seminaristas diocesanos, cuyo lema fue: “Ven y sígueme” Mc 10,21. Participaron jóvenes de diferentes parroquias en busca de escuchar la “llamada” del Señor.
Se les dio a conocer en diversos temas: la vocación al sacerdocio, el estilo de vida del sacerdote y el proceso de la formación en el 
seminario. Se notó el interés de los participantes y el deseo de seguir profundizando a la luz de la Palabra de Dios el seguimiento a Jesucristo al estilo de los apóstoles. En un trabajo de grupo los jóvenes mencionaron las siguientes cualidades que debe potenciar un sacerdote y los que se preparan para este sagrado ministerio: “Debe ser humilde, amable, hombre de Dios, alegre, dinámico, hospitalario, compresivo, servicial y solidario”.
seminario. Se notó el interés de los participantes y el deseo de seguir profundizando a la luz de la Palabra de Dios el seguimiento a Jesucristo al estilo de los apóstoles. En un trabajo de grupo los jóvenes mencionaron las siguientes cualidades que debe potenciar un sacerdote y los que se preparan para este sagrado ministerio: “Debe ser humilde, amable, hombre de Dios, alegre, dinámico, hospitalario, compresivo, servicial y solidario”. Mons. Antonio Bonifacio nos exhortó a descubrir la presencia del Señor en nuestras vidas, en la vida de los demás, en nuestra historia personal, y en los detalles de cada día, para clarificar la llamada del Señor. Porque Él sigue llamando hoy en estos tiempos al igual que en los tiempos de los apóstoles, solo que hay muchas cosas que no nos dejan escuchar esta llamada. Todos estamos llamados a entrar en la barca (Lc 5,3), los sacerdotes deben entrar en la realidad de los jóvenes, de las familias y de la parroquia, para ayudar a discernir la vocación religiosa y sacerdotal a los jóvenes.
Seminarista Adalid Ordoñez