GRACIAS Y SIEMPRE GRACIAS Y TODAVIA GRACIAS SEÑOR, por los 65 años de nuestra Fundación, dándose inicio en Italia el 8 de mayo de 1947, y presentes en América Latina desde el año 1975.
Nuestro CARISMA, un don especial de Dios para nosotras/os Misioneras/os de Jesús Eterno Sacerdote, suscitado por el Señor y extendido, en bien de la Iglesia y del mundo a través de nuestra Fundadora Madre Margarita María Guaíni.
Nuestra Madre se sentía involucrada con una mirada universal, con un corazón grande, misionero, que no conocía límites y medidas y que se alimentaba y se encendía en la Eucaristía, “presencia, sacrificio y banquete pascual” de Cristo el Eterno Sacerdote que la llevaba a estimar, ayudar y a amar a todos los Sacerdotes del mundo.
En el corazón de cada una de nosotras ha sido sembrada está semilla de vida, y a cada una compete hacerla crecer, para que verdaderamente nuestra Congregación siga siendo en todo tiempo y en todo lugar una “fuerza nueva”, una verdadera energía espiritual en este mundo.
Gracias especiales a Monseñor Antonio Reimann, por la invitación que nos hizo, para formar parte del Vicariato Ñuflo de Chávez, desde la Parroquia de San Ramón.
Unidos a todo el pueblo, damos gracias a Dios por todos los beneficios recibidos en estos 65 años de Fundación, que el Espíritu Santo acompañe e ilumine la misión que realizamos para el bien de nuestra Iglesia.
“Oh Jesús Hostia, Amor nuestro te ofrecemos
a Dios Padre por medio de María
en todas las Santas Misas”.