“¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”Mc. 11,11 con éste grito de júbilo se inició el domingo de Ramos comienzo de la Semana Santa en el Fortín. El P. Pedro Wojtala bendijo los ramos y palmas que cada persona llevaba como símbolo de querer alabar a Dios.
Todos íbamos cantando, alabando, moviendo los ramos y palmas por las calles del pueblo hasta entrar al templo, avivando de esta manera nuestra Fe en el Señor.
El Jueves Santo, miembros de los diferentes grupos de la parroquia, representaron a los discípulos de Jesús, recordando la última cena del Señor, en donde Jesús lava los pies a sus apóstoles; con ello, nos da un ejemplo del servicio a nuestros hermanos y hermanas. Además de su entrega como alimento de vida eterna y el mandamiento del amor: “ámense unos a otros como yo los he amado” Jn.13, 34 Éstas y otras palabras hacía mención el P. Pedro en su homilía.
Después de la celebración, con la exposición del Santísimo se realizó la Hora Santa que estuvieron a cargo los adolescentes misioneros y el grupo juvenil, en un clima sereno de oración, meditación y cantos.
Tuvimos la grata compañía de la Hermana Provincial, Valeria Devoto, venida de Argentina de la Compañía Santa Teresa de Jesús, ella fue participando de todas las actividades de la Semana Santa.