La primera semana de julio, en el hermoso pueblo de Concepción. Los seminaristas del Vicariato Ñuflo de Chávez tuvimos un encuentro fraterno; el cual, dio inicio con una cordial bienvenida del Diác. Adalid Ordoñez. Por la tarde nos dirigimos a la represa (sector turístico).
En el lugar, compartir algunos saladitos y soda, para luego bañarnos. Rompiendo el gran temor a las pirañas, por lo que nos quedo claro que no había qué temer. Y así aprovechamos las aguas cristalinas para la natación y tomarnos unas fotos. Por la noche participamos de la Santa Misa, presidida por el P. Roberto Hof, quien nos animó a profundizar nuestra fe. Luego tuvimos un pequeño ágape, llenos de compañerismo, anécdotas y cantos.
Al día siguiente por la mañana, luego del rezo de laudes, visitamos “Las Delicias” (hacienda del Vicariato) ahí compartimos la Palabra de Dios (Jn 15,15), y nos reconocimos sus amigos, ya no mero siervos, ya que nos ha dado a conocer la Voluntad del Padre. Ese sentir nos alienta a todos nosotros a seguir escuchando la voz del Buen Pastor. Luego compartimos un pequeño refrigerio con los trabajadores de la estancia. Continuamos con esta gran aventura, el Diác. Samuel Jaén nos demostró ser un buen jinete, montando un caballo chúcaro.
Agradecemos a Dios por habernos permitido vivir este encuentro, que sin duda, fortalece nuestra amistad entre nosotros y con Jesucristo, quien se manifiesta en cada uno de nosotros. “Chapie” (gracias) y muchas bendiciones a todos los que conformamos el Vicariato Ñuflo de Chávez, que Dios y nuestra Madre la Virgen María nos proteja e ilumine siempre.
Seminarista: Ademar Pizarro