El Vicariato Apostólico Ñuflo de Chávez en los días 5 al 9 de septiembre. Vivió una fuerte experiencia de bendición y abundante gracia de Dios; un intenso trabajo, mediante el que se realizó el “Congreso Misionero”. Les envío las conclusiones del Congreso, para que asumamos con ánimo y entusiasmo nuestro trabajo de misioneros.
Guiado, bajo el lema “Bolivia Misionera comparte tu fe” trabajamos durante cuatro intensos días. Aquí le presentamos las conclusiones:
-Nosotros hoy asumimos el desafío de continuar la misión de manera creativa, con la herencia que hemos recibido de nuestros hermanos misioneros que nos han trasmitido la fe. Queremos ser continuadores de la Misión. ¨Porque nos hemos dado cuenta de que no basta tomar conciencia de nuestra misión, sino vivir dando testimonio de nuestra fe.
-Reafirmamos con firmeza que el encuentro personal y comunitario con Cristo, es el fundamento para la misión. Por eso consideramos que es necesario y urgente fortalecer nuestra vida espiritual. (Oración, Eucaristía y el sacramento de la reconciliación).
-Hoy debemos reconocer que no todo bautizado está evangelizado, por ello es importante anunciar el kerigma, esto se hará posible solo desde el encuentro personal y comunitario con Jesucristo.
-Es necesario abrirnos a vivir procesos de conversión personal y comunitaria iluminados por la Palabra de Dios, dejando las ataduras que nos impiden seguir a Jesús de manera más auténtica.
-Trabajar corresponsablemente en la misión entre los laicos, sacerdotes y religiosos, de tal manera que seamos testimonios vivos para el mundo, reconociendo y valorando los dones y capacidades de cada una de las personas. Porque la comunión es misionera y la misión es para la comunión.
-La familia es el primer lugar de evangelización: es allí donde debemos de iniciar nuestra misión evangelizadora.
-Reconocemos y valoramos los esfuerzos y avances que se han hecho en nuestra Iglesia en la formación de los agentes pastorales, a través de la presencia y testimonio de nuestros sacerdotes, religiosos y religiosas presentes en nuestras parroquias.
-Vemos también necesario que el laico debe ser tomado en cuenta desde el espíritu de comunión y de participación (DA, 203). La misión de los laicos debe tener presencia en los sectores culturales, políticos, sociales y económicos.
-Urge hacer más evidente en nuestra Iglesia la misión Ad Gentes, comprometiéndonos más, desde las Iglesias locales, enviando sacerdotes y laicos más allá de sus fronteras.
-Existe la necesidad de que los sacerdotes y religiosos acompañen el proceso de consolidación de los grupos misioneros.
-Utilizar los Medios de Comunicación Social para evangelizar.
-Tomar conciencia que “Somos Iglesia Misionera” y estamos llamados a un compromiso más radical a vivir la misión en, desde y para la comunidad eclesial que está en el corazón del mundo para transformarlo a favor del Reino de Dios.
-Comprometernos a trabajar más por las personas necesitadas, siendo solidarias con ellas, luchando por la dignidad de las personas, por la paz la justicia, los derechos humanos.
-Movidos por nuestra fe, colaborar y trabajar apostando por la corresponsabilidad y participación en nuestras parroquias y jurisdicciones, superando actitudes autoritarias, y de privilegios.
-Valorar el compromiso juvenil misionero promoviendo espacios de formación en sus iglesias locales y dentro de sus mismos grupos.
-Sentimos la necesidad de fortalecer más nuestra formación misionera, para llegar a tener un corazón universal que nos haga capaces de salir de nuestras fronteras, dispuestos a ir a la otra orilla.
-Queremos despertar en el corazón de nuestros hermanos la esperanza y el compromiso para ser constructores del Reino de Dios dando testimonio de nuestra fe.
Todos estos temas que se reflejaron como conclusión en el congreso misionero de la zona oriente sur, es con la finalidad de ser una comunidad de discípulos de Jesús que se siente enviada a proclamar la Buena Noticia a toda la humanidad.
Hna. Aparecida Munarini