En el proceso preparatorio hemos analizado cuatro expresiones de una sola prioridad:
1. El valor de la fraternidad.
2. El cuidado pastoral de vocaciones.
3. La formación permanente.
4. Relanzar la evangelización y misión franciscana.
El contenido de las reflexiones sobre estas expresiones debe ayudarnos a llegar a una vida fraterna auténticamente “franciscana”.
En este contexto vale la pena recordarnos lo que dicen nuestras Constituciones Generales:
1. La Orden de los Hermanos Menores, fundada por San Francisco de Asís, es una fraternidad en la cual los hermanos, siguiendo más de cerca de Jesucristo bajo la acción del Espíritu Santo, se dedican totalmente, por la profesión, a Dios sumamente amado, viviendo en la Iglesia el Evangelio según la forma observada y propuesta por San Francisco.
2. Los hermanos, seguidores de San Francisco, están obligados a llevar una vida radicalmente evangélica, es decir: en espíritu de oración y devoción y en comunión fraterna; a dar testimonio de penitencia y minoridad; y, abrazando en la caridad a todos los hombres, a anunciar el Evangelio al mundo entero, a predicar con las obras la reconciliación, la paz y la justicia u a mostrar un sentido de respeto hacia la creación.
A todos los hermanos menores de la Provincia Misionera San Antonio de Bolivia y de modo muy especial a los hermanos que trabajan en el Vicariato Ap. Ñuflo de Chávez les deseamos abundantes frutos de su Capítulo Provincial.
Todos queremos abrirnos a la inspiración del Espíritu Santo y mediante la intercesión de la Santísima Virgen María Inmaculada Concepción encomendarnos a las efectivas tareas que nos esperan en el Capítulo.
Para todo el trabajo que nos espera en el Capítulo, nos acompaña la bendición de nuestro Obispo, Mons. Antonio Bonifacio Reimann.
¡Paz y Bien!
Hno. Bernardo Falkus, ofm