DOMINGO DE RESURRECCIÓN


En la mañana presidió la Eucaristía solemne el Mons. Antonio Bonifacio
A1 inicio de la celebración saludó a todos los presentes y de manera particular a los niños que recibieron la vida nueva de Dios por medio del Bautismo.


Los nombres de los niños por primera vez resonaron en la catedral. El Mons. Les recordó a los padres y padrinos, que él Señor Resucitado todos los domingos pronunciará sus nombres y les invitará a su banquete Eucarístico. Ojala que los padres cumplan su deber de educarlos en la fe.

En su homilía recordó el vía crucis escenificado por los jóvenes y luego la foto en la catedral. En el momento de sacar la foto se apegó al grupo un chico que quiso salir también en la foto; una de las animadoras del vía crucis escenificado lo amonestó diciendo: .

El Mons. Partió de este ejemplo retomando las palabras de la segunda lectura de la carta a los Colosenses: si ustedes están muertos (al pecado)... entonces cuando se manifieste Cristo, ustedes también aparecerán con él, llenos de gloria (ef. 3, í-4).

Exhortó a todos, que en los momentos difíciles, de sufrimiento, no cesen de abrirse a la Palabra de Dios, de agarrarse a su Cuerpo y Sangre que Cristo Resucitado nos entrega en cada Eucaristía. Terminó pidiendo a la Virgen Inmaculada que nos ayude a ser dóciles cada día al Espíritu del Señor, pero reconocer a Cristo Resucitado en las realidades cotidianas y comprometerse en el anuncio de esta Nueva Vida en Cristo.