Nuestro Padre San Francisco decía que somos peregrinos y extranjeros en esta tierra. Queremos expresar nuestro agradecimiento al Señor por las personas que Él ha llamado al servicio de su Reino en nuestro Vicariato en la diferentes áreas pastorales y hoy dejan este trabajo para dirigirse a otros lugares. Esta personas son:
· Hna.Aparecida Donizeti, Franciscana de Penitencia, retornó a Brasil.
· Dra. Isabel Navarro, Obrera de la Cruz, responsable de la Pastoral de Salud del Vicariato. A mediados de febrero retorna a su tierra natal de Valencia - España.
· Hna. Raquel Ruiz, de la Compañía de Santa Teresa de Ávila, se incorpora a la comunidad de las Hermanas en la parroquia de San Antonio en Santa Cruz.
· Hna. Miriam Camargo, Siervas de la Madre de Dios VIC, fue destinada a su comunidad en Cochabamba, Pacata Alta.
· Hna. Miriam Pawlowska, Siervas del Sagrado Corazón, destinada a una nueva comunidad de su Congregación, en la Nunciatura Apostólica en La Paz.
· Hna. Francisca, Hija de la Iglesia, trabajó en La Asunta, fue destinada a la comunidad de Tocata, Cochabamba.
· Diácono René Vargas, deja la parroquia de San Martín de Pórrez, y se trasladó con toda su familia a la ciudad de Santa Cruz.
· Fr. Benjamín Paz, Buen viaje a Roma.
· Fr. Jorge Redelberger—destinado al Vicariato Apostólico de Beni, a la parroquia la Inmaculada Concepción de Baures (parroquia vecina de Concepción)
· Fr. Estanislao Skrzydlo - al Convento San Francisco en Santa Cruz.
GRACIAS, por ayudarnos, a través de sus dones y carismas, a “remar mar adentro” durante estos años de servicio pastoral en nuestro Vicariato Apostólico Ñuflo de Chávez, Jesús nos dice que el Reino de Dios se parece a un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas (Cf. Mc 4,30-34). Todo lo que Ustedes han hecho por amor al Señor y a sus hermanos y hermanas, estoy seguro, aunque algunas veces no se lo vea en seguida, un día crecerá y producirá un fruto abundante. No se olviden, todas nuestras casas, son también sus casas; estas casas tienen siempre las puertas abiertas, y sobre todo el cariño que nos hace decir: HASTA LUEGO.
Por la intercesión de nuestra Madre Inmaculada Concepción, que Dios les bendiga y acompañe.
Con saludo fraterno: Mons. Antonio Bonifacio Reimann, OFM
En nombre de toda la comunidad parroquial, doy gracias a Dios y al Padre Benjamín, por la formación espiritual y el apoyo moral que nos ha dado, durante el tiempo que nos ha acompañado. Estamos muy agradecidos todos los catequistas de la Comunión y Confirmación, Pastoral Juvenil, monaguillos y sacristanes; Infancia Misionera, el Ministerio de Música, el Cabildo Chiquitano, la Asociación de los Sagrados Corazones de Jesús y María, las Comunidades Eclesiales de Base con los barrios que representan, las Obreras de la Cruz y toda la Comunidad parroquial con sus comunidades del campo.
Gracias, Señor, porque no nos dejas solos. Gracias por el Padre Benjamín, párroco nacido en nuestro Vicariato, un signo de esperanza para nuestra Iglesia Local. Gracias por su esfuerzo pastoral, por llegar a los barrios y comunidades más lejanas, de una parroquia numerosa, extensa y muy diversa.
Gracias, Señor, por esta Madre Iglesia de la que formamos parte, y cuya cabeza, representada en nuestro Vicariato por Mons. Antonio Bonifacio, quien se esfuerza y desvela, en estos tiempos difíciles, para que no nos falten pastores que nos guíen y acompañen.
Gracias, Señor, por la disponibilidad de los hermanos y padres franciscanos. Te encomendamos al Padre César, guíalo en su nueva misión y que encuentre en nosotros apoyo y colaboración.
De manera especial, ponemos en tus manos al P. Benjamín, que allá donde vaya, lleve nuestro recuerdo, cariño y oración. Y que, cuando regrese, sepa que esperamos su visita, porque esta también es su casa.
Prof. Martha Cecilia
