MISION PERMANENTE EN PALMARITO DE LA FRONTERA 22 AL 25 DE SEPTIEMBRE DE 2011

La salida de Concepción rumbo a la comunidad de Palmarito de la Frontera fue a las 7: 00 AM. El equipo de la Misión estuvo conformado por: Hna. Ofelia y las catequistas, el P. Roberto Hof, el seminarista Adalid Ordoñez y los músicos.

Llegando a la comunidad de Palmarito, que dista 70 Km. Sobre la carretera a San Ignacio de Velasco, fue algo sorprendente porque las puertas de la capilla estaban abiertas y esto significaba que la gente ya sabía lo que iba a pasar. Sin descargar los equipajes de las movilidades ¡mano a la obra!, dijo el P. Roberto. Y se comenzó a visitar las casas para dejar la invitación, el programa de todos los días y el tríptico de la misión permanente, mientras que la Hermana Ofelia y sus ayudantes pasaron al colegio de la comunidad para motivar a los niños y jóvenes para que participen en estos días de oración, reflexión y juegos dinámicos.

Fueron cuatro días en los cuales se compartió los temas que se habían preparado: Jesús es nuestro amigo para los niños, la fe en Jesucristo para los jóvenes, el amor y la fidelidad para los esposos y el servicio para las autoridades.

Esta actividad surgió de las mismas autoridades de la comunidad de Palmarito de la Frontera, al darse cuenta que la gente estaba muy desunida, apagada en su fe y también por la entrada de los protestantes a la comunidad.

En esta Misión Permanente ocurrió algo inolvidable tanto para los comunarios y para el Padre Roberto, ya que en el momento en que el P. Roberto estaba visitando a los enfermos y ancianos en sus casas, se encontró con el pastor de una sexta religiosa en una de las casas donde ya se esta haciendo el culto. Fue una conversación con mucho respeto pero que, cada uno pudo exponer el fundamento de su fe, este encuentro inesperado sirvió para que la gente escuchara y también pueda salir de sus dudas.

Se notó la participación de mucha gente, especialmente en la Santa Misa de clausura y nosotros sentimos que conseguimos nuestros objetivos, el de unir a la comunidad, levantar el animo y asumir nuevos compromisos como cristianos católicos.

Mauro Supayabe