MENSAJE DE MONSEÑOR ANTONIO B. REIMANN

Estimadas Hermanas y Hermanos

Reciban mi saludo fraterno desde Roma, Italia. En el mes pasado compartí con ustedes algunas experiencias que el Señor me ha permitido vivir en Tierra Santa, llamada también Perla de la Misión Franciscana.

En el mes de octubre celebramos la Jornada Mundial Misionera. Es una ocasión propicia para compartir nuestras experiencias misioneras a nivel parroquial y zonal en San Ramón el sábado 22 de Octubre. Confío que el Señor permita encontrarnos en este día para darle gracias por su presencia en medio de nuestras vidas y por las actividades pastorales que se realizan en nuestro Vicariato. Al mismo tiempo queremos fortalecer nuestra vocación de discípulos y misioneros, compartiendo estas experiencias que hemos vivido bajo el impulso de su Espíritu desde el último encuentro en el año pasado.

En este mensaje quisiera compartir con ustedes dos hermosas experiencias misioneras vividas en la segunda mitad del mes de septiembre de este año.

Jubileo 225 años de la Diócesis de Tarnow en Polonia

Del 19 al 26 de septiembre participé en los festejos jubilares de la Diócesis natal de nuestros presbíteros polacos que trabajan en la Zona de Tierras Bajas: PP. Pablo, Mario y Casimiro. Me dio muchísima alegría poder conocer sus papás, hermanos, familiares, fieles de sus parroquias con sus párrocos y sacerdotes encargados de la pastoral en las mismas. Su hospitalidad, el interés y la oración por cada uno de ellos y por otros misioneros, la solidaridad de compartir los recursos económicos con las Iglesias hermanas donde trabajan sus sacerdotes misioneros, se grabaron profundamente en mi memoria y en mi corazón.

Fue también una oportunidad para agradecer al Señor por su presencia en la Diócesis de Tarnow que en este año cumplió 225 de vida. El Beato Papa Juan Pablo II llamó a esta diócesis la Tierra de “Los Santos y Beatos”. Basta recordar algunos: San Estanislao, Obispo y Mártir, Santa Kinga, San Simón de Lipnica, Franciscano, Beata Teresa Leduchowska, promotora de las Obras Misionera Pontificias, Beata Karolina Kuzka, mártir en defensa de su virginidad, y otros más.

Hace cincuenta años partió de esta diócesis el primer sacerdote diocesano hacia Brasil. Luego fueron enviados más a África y a otros continentes. Actualmente trabajan en tierra de misión 50 sacerdotes diocesanos de esta diócesis.

Nuestro Señor bendice esta diócesis con muchas vocaciones a la vida sacerdotal y a la vida consagrada. En este año solo al seminario diocesano, después de un examen, fueron aceptados 45 jóvenes. Me llamó también la atención la adoración del Santísimo Sacramento que se lleva a cabo cada día en una de las iglesias de la diócesis. Los sacerdotes están siempre disponibles para administrar el sacramento de la reconciliación a muchos penitentes. Cuando pregunté al Obispo cual es el secreto de tantas vocaciones me respondió: La oración en la familia y bien llevados por los sacerdotes los grupos de los monaguillos y de los lectores, ellos constituyen como un semillero para nuestras vocaciones.

Doy gracias al Señor por este testimonio de fe y de vida de estos hermanos nuestros.

También fue muy enriquecedor el encuentro con los hermanos obispos venidos de África, de América Latina y de Kasaquistan. En total fuimos 15 obispos. Expreso mi gratitud al Pastor de la Diócesis de Tarnow, Mons. Wiktor Skworc, por enviarnos a los tres sacerdotes sin los cuales difícil sería imaginarnos la pastoral en esta zona de Tierras Bajas. Agradezco por la ayuda económica que recibí para realizar nuestros proyectos pastorales más urgentes. Al Pbro. Krzysztof Czermak, responsable de la Comisión de las Misiones de esta diócesis, expreso mi gratitud por su constante presencia y animación durante estos días. También al P. Mario Barwacz, presente conmigo por hacer las veces de ángel de la guarda en estos encuentros en su diócesis natal.

Encuentro de los Obispos franciscanos con el Ministro General de la Orden de los Hermanos Menores

Otra experiencia misionera que quiero compartir con ustedes, es que con motivo de 800 años de la conversión de Santa Clara y la institución de la Orden de las Clarisas, el Gobierno General OFM convocó a todos los Obispos Franciscanos a Asís en los días del 26 al 29 de septiembre a un encuentro fraterno.

En la mañana del día 26 de septiembre vino a saludarnos el Sr. Alcalde de la ciudad de Asís. Recordó el terremoto que sacudió a la ciudad el año 1997, exactamente el 26 de septiembre. En sus palabras de bienvenida nos dijo: Hace 14 años se movieron muchas piedras en Asís, algunas personas perdieron la vida. Hasta el día de hoy tanto la Basílica de San Francisco como los otros templos y edificios han sido refaccionados. Sin embargo hoy muchas piedras vivas que son las personas están destruidas por falta de la paz y del diálogo. El carisma franciscano vivido en profundidad puede ayudarles a recuperar la paz y entrar en comunión entre las personas.

El tema central expuesto por el ex Ministro General Fr. Giacomo Bini fue: La Orden de los Hermanos Menores en comunión con la Iglesia. El actual Min. General, Fr. José Rodrigo Carballo, nos recordó cual es El camino de la Orden a la luz del Capítulo General 2009. El Cardenal Franciscano Claudio Hummes, nos recordó Lo que espera la Iglesia de los Hermanos Menores. También en la llamada Mesa Redonda, con la participación de varios hermanos obispos de los diferentes continentes se tocó el tema: La colaboración entre las Iglesias locales y la Orden.

Muy motivadoras fueron las celebraciones litúrgicas: el primer día (26.09) en la catedral de Asís presidida por el Obispo de Asís, Mons. Doménico Sorrentino. En este lugar, nos decía el obispo Doménico, san Francisco se despojó de sus vestiduras, y el obispo Guido lo cubrió con su manto. Este gesto de acogida por parte del Obispo expresa una profunda simbiosis, intercambio entre el carisma y la institución. La Iglesia necesita siempre del carisma. Si cesa el carisma se cae la institución. También el carisma precisa de la institución para transmitirlo al mundo.

El segundo día (27.09) en la Basílica de Santa María de Los Ángeles, llamada Porciúncula, presidió el Ministro General, Fr. José Carballo. Nos recordó la importancia de este lugar en el carisma franciscano y clariano. Aquí en Porciúncula, dice San Francisco en su testamento: el Altísimo mismo me reveló que debía vivir según la forma del santo Evangelio. En este lugar se juntaron con Francisco los primeros compañeros y nació la Fraternidad. En Porciúncula recibió hace 800 años atrás (1211) en el Domingo de Ramos a la joven Clara. Desde este lugar Francisco envío los primeros hermanos a la misión, y junto a la Porciúncula terminó su peregrinación y murió. El Ministro General recordaba que el encuentro con la persona de Jesús en su Palabra y en la Eucaristía, la preocupación por la comunión eclesial y la dimensión misionera deben ser siempre nuestras prioridades.

El tercer día (28) celebramos la Eucaristía en la Basílica de Santa Clara, presidida por el Cardenal Carlos Amigo Vallejos, OFM. La santidad de Clara de Asís está estrechamente ligada a la de Francisco, del que ella se declara “primera semilla” espiritual. Por lo que es imposible separar estos dos santos, cuyo centro constituye Cristo pobre, humilde y caritativo. En esta celebración pedí al Señor por nuestra parroquia de Santa Clara y por los desafíos pastorales que se presentan en esta parroquia y en las parroquias nacidas de ella.

Tampoco puedo olvidar la visita que hicimos en este día al Valle de Rieti, especialmente a Fonte Colombo donde Francisco escribió la Regla llamada Bullada, confirmada por el Papa Inocencio IV apenas tres años antes de su muerte (1223). Volver al Evangelio, volver al amor primero, y compartir con alegría y sencillez este mensaje del encuentro con Cristo vivo, es el desafío más importante que se presenta para nosotros. Allá en Fonte Colombo me encontré con un hermano franciscano Boliviano, de la parroquia de San Antonio de Lomerío, nacido en la comunidad de Cerrito, se llama Fr. Pedro Poiquí. Lastimosamente por falta de tiempo no pudimos hablar mucho, pero según los hermanos ya está bastante tiempo y pertenece a la Provincia Romana.

Concluimos nuestro encuentro con la Eucaristía celebrada en la tumba del Apóstol San Pedro en la Basílica del mismo Apóstol en Roma presidida por el Cardenal Ángelo Comastri. El Santo Padre Benedicto XVI en su mensaje dirigido a todos nosotros y leído durante la Santa Misa nos recordaba la gran devoción eucarística que tenía Santa Clara. Nos invitaba a contemplar con ardor siempre vivo a Jesús en el misterio de la Eucaristía. Con la gracia del Señor que seamos siempre fervorosos signos e instrumentos de la misericordia y de la comunión. Qué no nos cansemos de recordar a nuestros presbíteros, a la Vida Consagrada y a todos los laicos, que el protagonista de la acción pastoral es el Señor Crucificado y Resucitado que viene a nuestro encuentro en cada Eucaristía. Qué cultivemos con mucho fervor esta amistad con Él, porque sólo El nos da la fuerza espiritual necesaria para llevar adelante los proyectos que contribuyen al bien común y la vida nueva basada en el amor y en la justicia.

Conclusión

Estimadas Hermanas y Hermanos, quiero finalizar el compartir misionero de estos días dando gracias al Señor por esta nueva oportunidad para fortalecer mi fe y la de mis hermanos. Les agradezco también por acompañarme con sus oraciones. Felicito al mismo tiempo a toda la Familia Franciscana por el día de nuestro Padre San Francisco. Qué a ejemplo de él y con su ayuda renovemos nuestra amistad con Jesús y los lazos fraternos entre todos nosotros. Qué compartamos esta nueva vida con toda la creación, especialmente con nuestros hermanos necesitados.

En esta oportunidad quiero expresar también mi felicitación al P. Aurelio Pessoa, nacido en Concepción, elegido por el Capítulo Provincial como el nuevo Ministro Provincial de la Provincia Misionera de San Antonio en Bolivia. También al P. Reinaldo Brumberger, Vicario Provincial, y a todos los Hermanos del Concejo de la Provincia. Qué El Señor les ilumine, bendiga y acompañe en esta nueva misión para el crecimiento de su Reino tal como nos lo enseñó nuestro Seráfico Padre San Francisco y Santa Clara.

Agradezco al mismo tiempo al Ex Ministro Provincial, Fr. Martin Sappl y a su Concejo, por toda la colaboración prestada durante su gestión a nuestro Vicariato.

Mi saludo fraterno de Paz y Bien en el Señor para todos,

+Antonio Bonifacio Reimann, OFM

Roma, 29 de septiembre de 2011