En el mes de mayo he tenido la oportunidad de acudir a un taller ESPERE para aprender a transformar los conflictos y las prácticas violentas de las personas y las comunidades y contribuir así a la construcción de una cultura de convivencia y paz sostenible.
Una de las condiciones para participar en este taller era el compromiso de contagiar en otros el deseo de edificar la paz. A través del Mensajero intentaré socializar algo de lo aprendido.
¿Qué son las ESPERE?
El nombre corresponde a las tres primeras silabas que resumen el objetivo del aprendizaje:
EScuelas de PErdón y REconciliación
La experiencia de las ESPERE comenzó en la alcaldía de Bogotá durante el año 2002. El proyecto gradualmente se ha ido extendiendo a otros países de América, Europa y África.
Ninguna de las contradicciones humanas justifica el derramamiento de sangre o la venganza. La violencia social junto a la violencia armada han sembrado y siguen sembrando rabias, rencores y deseos de venganza que deben ser comprendidos y tratados por los diferentes saberes que se ocupan de imaginar un mundo donde la convivencia, la solidaridad, la justicia y la paz sea un logro posible. Un mundo donde el hecho cotidiano de vivir no duela tanto.
El taller se divide en diez módulos. Seis de ellos se orientan a vivir la experiencia del perdón. El objetivo es sanar las heridas causadas por la violencia y los conflictos que se generan en la vida. Los cuatro restantes, proponen el paso hacia la reconstrucción de los tejidos familiares y sociales, para alcanzar la paz.
Podríamos comenzar por realizar un trabajo personal o grupal respondiendo a estas dos preguntas:
¿Qué lectura podemos hacer de nuestra realidad familiar y social en relación con la paz y la violencia?
¿Deseamos trasformar las rabias, odios, rencores y deseos de venganza provocados por las agresiones recibidas, en semillas nuevas de convivencia y progreso?
Hna. Blanca