Fiesta de la Cruz y Caminata por la Paz en la Comunidad de Palmarito

El día viernes por la mañana todos sabían su compromiso con la comunidad. Unos limpiaban, otros horneaban y los jóvenes adornaban alrededor de la cruz para que la fiesta sea expresión de agradecimiento.

Por la noche, antes de iniciar la Celebración, el señor Patricio dio a conocer la siguiente historia: “Iniciando con su fundación en el año 1916 y recordando el espíritu de búsqueda de los fundadores: Javier Putaré, Fernando Putaré, Fernando Mancari que salieron de una estancia en busca de tierra para vivir con sus familias. Al día siguiente habían consultado a los señores Trinidad y Agustín Yusupi sobre los lugares baldíos, ellos los mostraron el lugar sin dueño son su manantial de agua rodeado del palmeras. Por esto los pobladores pusieron el nombre de Palmarito.

Los fundadores en el el año 1917, después de recoger sus cosechas. Hicieron la plaza y ahí plantaron la cruz. Era el día 2 de mayo a las 5:00 p.m., después trajeron sus productos y los pusieron al pie de la cruz dando gracias a Dios. Para rezar el Santo rosario eligieron a Don Javier Putaré al pie de la Cruz”.

La sorpresa fue grande para mí cuando inició con una memoria del pueblo. Ver la cruz con historia de la salvación y en particular como la historia de mi Salvación.

El día 3 a las 6:00 salimos a una PEREGRINACIÓN POR LA PAZ Y LA UNIDAD DE BOLIVIA, organizada por el grupo juvenil, confirmación, padres, primera comunión, cabildos y todos los líderes. Salimos sin nada, limpios, dejamos todo para ir a la montaña a orar, así como hizo Jesús con sus apóstoles. Caminamos 7 km hasta llegar al cerro Guapimia donde está la cruz grande. Llegamos todos cansados, sin fuerzas, ….en esos instantes un niños de 7 años me dicen: “ padre que bonito es estar aquí, cómo yo quisiera tener mi casa aquí. En ese instante recordé el diálogo de Pedro en la Transfiguración. Luego realizamos una hora de oración en silencio por el país.

Después de regresar hicimos la procesión con todas personas mayores que no pudieron asistir, y terminó con las letanias y el rosario en bésiro para terminar con el descuelgue de todos los comestibles.

Diác. Carlos Urzagaste