En nuestra parroquia de San Julián, se vivió momentos muy intensos de oración y reflexión con motivo de la fiesta de Pentecostés. La vigilia estuvo animada por un conjunto carismático que llegó desde la ciudad de Montero para hacernos sentir el calor de la presencia del Espíritu Santo. Al ritmo de melodías cristianas los jóvenes rezaron y bailaron alrededor de un “corazón”, figura que fue hecha con velas encendidas.
La vigilia fue introducida con la exposición de murales sobre los dones del Espíritu Santo. La preparación de esta exposición estuvo a cargo de los catequistas, de los profesores de religión con sus respectivos alumnos de las unidades educativas que se esforzaron por mostrarnos la riqueza de los dones del Espíritu Santo.
El domingo en la celebración de la Eucaristía, centro y fuente de toda celebración, se resaltó los carismas y servicios presentes en nuestra parroquia como signo de la presencia de los dones y los frutos del Espíritu Santo. San Julián es especial por su gran diversidad de personas venidas de nacionalidades y pueblos diferentes y todos quieren escuchar proclamar las maravillas de Dios (Heh. 2, 1 – 11)
La vigilia fue introducida con la exposición de murales sobre los dones del Espíritu Santo. La preparación de esta exposición estuvo a cargo de los catequistas, de los profesores de religión con sus respectivos alumnos de las unidades educativas que se esforzaron por mostrarnos la riqueza de los dones del Espíritu Santo.
El domingo en la celebración de la Eucaristía, centro y fuente de toda celebración, se resaltó los carismas y servicios presentes en nuestra parroquia como signo de la presencia de los dones y los frutos del Espíritu Santo. San Julián es especial por su gran diversidad de personas venidas de nacionalidades y pueblos diferentes y todos quieren escuchar proclamar las maravillas de Dios (Heh. 2, 1 – 11)
Diác. Victor Hugo Velásquez