Hay personas que se denominan altruistas, es decir que buscan el bien de los otros sin mirar intereses personales, y asà apuestan por los POBRES, e incluso se han formado grandes instituciones con bonitos lemas, buscando el mismo bien.
Podemos observar muchas imágenes fotográfÃcas que expresan un concepto del pobre. Si tuviéramos que utilizar otro sentido, que no sea la vista y preguntar: “¿A qué huele la pobreza? “ podrÃamos detectar a la distancia su presencia, pues se trata de un olor muy penetrante que nos invade y se impregna en la piel. Hoy la pobreza huele a indiferencia, olvido, a promesas que se quedan en frases bonitas, a abandono, marginación, engaño y protagonismos.
Pero la esperanza está en tà Sacerdote “Servidor de todos” que eres capaz de exhalar esos olores, detectarlos y trabajar junto a los pobres. Asà lograremos cambiar el olor de la pobreza.
Esta es una de las charlas que gustaba debatir el P. Ramón (Sociedad Misionera de Santiago Apóstol). Quién partió al Padre el miércoles 31 de octubre a la edad de 82 años.
Llegó a Santa Cruz – Bolivia 1.959, y atendió varias parroquias incluyendo San Carlos (en la Vicaria Santa Rosa de Lima) y el Centro Dios y Hombre de la Parroquia Fátima, donde fundó la productora de Video Católico “LuPanGua” (Luz Pan y Agua), produciendo numerosas pelÃculas para la evangelización y comentario social, además algunos documentales sobre la Iglesia y su misión en Bolivia.
En sus últimos años, al jubilarse, estableció un ministerio de acogida en su hogar en “Las Piedras”, lugar en la que recibió a muchos peregrinos, con una sonrisa, un ágape y una fotografÃa, para eternizar el encuentro de amistad que siempre generó.
Se hizo conocer como un sacerdote comprometido con la gente, entregado al Pueblo de Dios, coherente con el Evangelio, y sencillo en su modo de ayudar. Su partida nos deja mucha sabidurÃa a quienes entablamos interesantes temas y modos de abordarlos.
El Vicariato Apostólico Ñuflo de Chávez expresa el cariño, amistad y respeto por el P. Ramón y hacemos nuestras las palabras de Luis Espinal para recordar el inquieto EspÃritu de nuestro hermano Ramón: “Gastar la vida no se hace con gastos ampulosos y falsa teatralidad. La vida se da sencillamente”.
Sem. Henry Macias Nuñez