En nombre de todos los hermanos y hermanas del Vicariato, agradezco a Jesús, el primer Obrero del Reino de Dios, por el testimonio que ha dado Lucía Bover durante su misión en nuestro Vicariato, especialmente en San Javier desde el año 2004: trabajo pastoral en el pueblo, en las comunidades, en la animación litúrgica, en el Colegio San Francisco de Asís, en Kolping como psicóloga, como mi secretaria infalible en varias Asambleas Pastorales, y en muchas otras obras que el Señor y su Pueblo sabe.
Agradezco, sobre todo, por ser una hermana cercana, acogedora y siempre disponible para servir.

Fraternalmente , +Antonio Bonifacio Reimann, OFM