Carta desde Valencia (España)

Estimado Mons. Antonio, sacerdotes, consagrados/as, laicos/as y cuantas personas me conozcan:

Quiero aprovechar este espacio que tenemos en el Vicariato para una breve comunicación con todos Uds.

El pasado mes de Diciembre regresé a España, con la intención de permanecer aquí un buen espacio de tiempo. Por motivos familiares y tras cuidadoso discernimiento con mis Directoras, vemos aconsejable, que de momento me quede por aquí.

Las despedidas no nos suelen gustar a casi nadie, además cuando ya llevamos unos cuantos años de Vida Consagrada, sabemos que la MISIÓN a realizar siempre es la misma. Cambian mucho los contextos culturales, los espacios físicos, los tiempos, las personas, pero no hay despedidas radicales, a no ser que se emprendan otros rumbos. El espacio del mundo, hoy en día, nos está resultando muy comunicado, muy visible y un tanto pequeño.

Yo he estado colaborando con el Vicariato durante once años de mi vida. Doy gracias a Dios por tanto bien recibido. Con las personas de ahí he aprendido muchísimas cosas y con nuestras luces y sombras hemos ido caminando.

Recuerdo, ante el Señor, tantos problemas ahora tan vivos que reclaman nuestras energías y creatividad, los Colegios, la Salud, las vocaciones, las maneras de llegar a la gente especialmente a los más pobres, los jóvenes, los niños... ¡ Hay tanto por hacer!. En Marzo, si no recuerdo mal, van a tener la Asamblea de Pastoral. Las Obreras del a Cruz, desde aquí también estaremos en Asamblea General, también oraremos, reflexionaremos, revisaremos sobre nuestro presente y futuro, todo aquello que tenemos que mantener o modificar para ser fieles a la voluntad de Dios. Los unos por los otros, busquemos la unidad y el servicio para todos los hombres y mujeres de hoy.

Un saludo grande para todos/as, especialmente aquellos con quienes he compartido tareas, servicios, alegrías y preocupaciones...Un saludo especial para la gente del Fortín, las CEBs de San Javier y de San Ramón con las que tengo tareas pendientes e inacabadas... ¡ Que no decaigan!.

¡ANIMO Y ADELANTE. ¡Unidos en la Iglesia de Cristo¡

Manolita Centelles
Obrera de la Cruz