Estimadas Hermanas:
Con motivo del 75 Aniversario de la Fundación, me uno con Ustedes para dar gracias a Dios por el carisma que derramó sobre el Pueblo de Dios mediante los Fundadores: P. Pablo Guzmán y la Madre Enriqueta Rodríguez Noriega.
Seguir a Jesús, el perfecto adorador del Padre, movidos por El Espíritu Santo. El camino tiene como punto de partida el encuentro con Jesús presente en la Eucaristía y se traduce en la entrega total en el servicio a todos y a cada uno de los hermanos y hermanas. Misioneras, enviadas – porque aconteció el encuentro con El que envía. Eucarísticas – llamadas a vivir el misterio de la Eucaristía – del sacrificio y de la acción de gracias en las realidades ordinarias de cada día. De la Santísima Trinidad – para hacer presente el misterio de la comunión y del amor Trinitario en la vida de la humanidad.
Qué vocación más hermosa, en estos tiempos difíciles, cuando tantas personas se olvida de adorar al Padre en Espíritu y en Verdad, y se inclina ante el poder, el tener y el placer.
¡Queridas Hermanas! Les agradezco por vivir su carisma en la Iglesia universal y en nuestra Iglesia local, particularmente en la Parroquia de La Inmaculada Concepción desde el año de su llegada, en 1953.
Por su permanecer junto al Señor Eucaristía, por el testimonio de Él en la evangelización, en la promoción humana y en la comunión eclesial les agradezco y pido al Señor que no les falte santas vocaciones para que todos nosotros seamos los verdaderos adoradores del Padre, siguiendo a Jesús, y movidos por su Santo Espíritu.
Qué la Virgen Inmaculada, invocada también por el Pueblo de Dios, Nuestra Señora de Guadalupe, implore muchas gracias y bendiciones para toda la Congregación de las MESST y cada una de Ustedes.
Con afecto fraterno, unidos a la Santísima Trinidad, les imparto mi bendición apostólica.
+Antonio Bonifacio Reimann, OFM
Concepción, 20 de Noviembre de 2011
Con motivo del 75 Aniversario de la Fundación, me uno con Ustedes para dar gracias a Dios por el carisma que derramó sobre el Pueblo de Dios mediante los Fundadores: P. Pablo Guzmán y la Madre Enriqueta Rodríguez Noriega.
Seguir a Jesús, el perfecto adorador del Padre, movidos por El Espíritu Santo. El camino tiene como punto de partida el encuentro con Jesús presente en la Eucaristía y se traduce en la entrega total en el servicio a todos y a cada uno de los hermanos y hermanas. Misioneras, enviadas – porque aconteció el encuentro con El que envía. Eucarísticas – llamadas a vivir el misterio de la Eucaristía – del sacrificio y de la acción de gracias en las realidades ordinarias de cada día. De la Santísima Trinidad – para hacer presente el misterio de la comunión y del amor Trinitario en la vida de la humanidad.
Qué vocación más hermosa, en estos tiempos difíciles, cuando tantas personas se olvida de adorar al Padre en Espíritu y en Verdad, y se inclina ante el poder, el tener y el placer.
¡Queridas Hermanas! Les agradezco por vivir su carisma en la Iglesia universal y en nuestra Iglesia local, particularmente en la Parroquia de La Inmaculada Concepción desde el año de su llegada, en 1953.
Por su permanecer junto al Señor Eucaristía, por el testimonio de Él en la evangelización, en la promoción humana y en la comunión eclesial les agradezco y pido al Señor que no les falte santas vocaciones para que todos nosotros seamos los verdaderos adoradores del Padre, siguiendo a Jesús, y movidos por su Santo Espíritu.
Qué la Virgen Inmaculada, invocada también por el Pueblo de Dios, Nuestra Señora de Guadalupe, implore muchas gracias y bendiciones para toda la Congregación de las MESST y cada una de Ustedes.
Con afecto fraterno, unidos a la Santísima Trinidad, les imparto mi bendición apostólica.
+Antonio Bonifacio Reimann, OFM
Concepción, 20 de Noviembre de 2011