El domingo 26 de diciembre dedicado a la Sagrada Familia después de la solemne misa concelebrada y presidida por nuestro obispo, Mons. Antonio Bonifacio Reimann se ha invitado a los ancianitos de nuestra parroquia para compartir la alegría navideña porque como lo dijo san león magno: "no puede haber lugar para la tristeza, cuando acaba nacer la vida".
Nuestros invitados han recibido algunos regalitos del niño Jesús. también los dulces, las galletas etc., acompañados con las sodas de diferentes sabores han facilitado crear los lazos de confianza y abrirse a los demás animando más fuerte nuestra convivencia.
Se pudo notar la fuerte "chispa" de valorizar la vida. era algo precioso constatar la memoria del pasado pero también la enorme ansia de vivir la vida y prolongarla hacia un futuro. a pesar de las limitaciones físicas u otras de nuestros ancianitos expresaron su alegría de estar en su familia y servirle con todo lo que pueden todavía. Les agradecemos su presencia y al mismo tiempo les deseamos que no se apague pronto lo que hemos visto en sus ojos, gestos, palabras.
Hubo también un tiempito para los cantos y oración. Agradecemos a las Hermanas Misioneras Eucarísticas y su equipo de apoyo por la preparación y su servicio durante esta convivencia. muchas gracias.
Querido (a) ancianito (a) :
"cuando al fin, alguien se ría de ti, sonríe a ese alguien al final, él precisa mucho una sonrisa".
P. Bernardo Falkus
Nuestros invitados han recibido algunos regalitos del niño Jesús. también los dulces, las galletas etc., acompañados con las sodas de diferentes sabores han facilitado crear los lazos de confianza y abrirse a los demás animando más fuerte nuestra convivencia.
Se pudo notar la fuerte "chispa" de valorizar la vida. era algo precioso constatar la memoria del pasado pero también la enorme ansia de vivir la vida y prolongarla hacia un futuro. a pesar de las limitaciones físicas u otras de nuestros ancianitos expresaron su alegría de estar en su familia y servirle con todo lo que pueden todavía. Les agradecemos su presencia y al mismo tiempo les deseamos que no se apague pronto lo que hemos visto en sus ojos, gestos, palabras.
Hubo también un tiempito para los cantos y oración. Agradecemos a las Hermanas Misioneras Eucarísticas y su equipo de apoyo por la preparación y su servicio durante esta convivencia. muchas gracias.
Querido (a) ancianito (a) :
"cuando al fin, alguien se ría de ti, sonríe a ese alguien al final, él precisa mucho una sonrisa".
P. Bernardo Falkus