Desde estas páginas queremos compartir con todos ustedes nuestra alegría: Como algunos saben, las Obreras de la Cruz tenemos como patrona a la Santísima Virgen de los Dolores, cuya fiesta es el 15 de septiembre. Acostumbramos, si es posible, a celebrarlo juntas, cada año en una casa nuestra. Este año, la celebración tocaba en San Javier, y aquí acudieron nuestras hermanas de Santa Cruz y San Ramón.
Pero todo había comenzado 7 días antes, con el Septenario, en el que cada día cantamos los Dolores de la Virgen y meditamos sobre uno de ellos, con la ayuda de las palabras de nuestro fundador. Fue hermoso ver cómo, una capilla y un comedor grandes, en los que nos sobra espacio para las que somos, fueron quedando “chicos”. Nos acompañaban en el Septenario las cooperadoras y otras amigas del Instituto, que conocen las fechas y no faltan a la cita cada septiembre. Pero los más fieles, sin faltar un día fueron los hijos, niños y niñas que terminaron la semana sabiendo cantar los Dolores y la Súplica.
Pero todo había comenzado 7 días antes, con el Septenario, en el que cada día cantamos los Dolores de la Virgen y meditamos sobre uno de ellos, con la ayuda de las palabras de nuestro fundador. Fue hermoso ver cómo, una capilla y un comedor grandes, en los que nos sobra espacio para las que somos, fueron quedando “chicos”. Nos acompañaban en el Septenario las cooperadoras y otras amigas del Instituto, que conocen las fechas y no faltan a la cita cada septiembre. Pero los más fieles, sin faltar un día fueron los hijos, niños y niñas que terminaron la semana sabiendo cantar los Dolores y la Súplica.