Levantar los ojos a Dios - OASIS

Queridos Jóvenes:

En este tiempo de Navidad, cuando nuestra mirada se dirige a Jesús nacido en Belén, Ustedes se reúnen al fin del año 2011 en Ascensión de Guarayos para contemplar a Jesús en las Sagradas Escrituras, en la participación viva de la Eucaristía, en la exploración de la naturaleza y en la convivencia fraterna.

Esta experiencia les ayuda encontrar a Jesús vivo presente en sus vidas, en sus alegrías y sus preocupaciones, en toda la existencia. En esta oportunidad quiero compartir con Ustedes una parte del Mensaje del Papa Benedicto XV que nos escribe con motivo de la Jornada Mundial por la Paz que se celebra siempre el 1 de enero: “No son las ideologías las que salvan el mundo, sino sólo dirigir la mirada al Dios viviente, que es nuestro creador, el garante de nuestra libertad, el garante de lo que es realmente bueno y auténtico [...], mirar a Dios, que es la medida de lo que es justo y, al mismo tiempo, es el amor eterno”.

Frente a las dificultades que se presentan en la vida juvenil el Papa Benedicto XVI les recuerda: “Queridos jóvenes, ustedes son un don precioso para la sociedad. No se dejen vencer por el desánimo ante las dificultades y no se entreguen a las falsas soluciones, que con frecuencia se presentan como el camino más fácil para superar los problemas. No tengan miedo de comprometerse, de hacer frente al esfuerzo y al sacrificio, de elegir los caminos que requieren fidelidad y constancia, humildad y dedicación. Vivan con confianza vuestra juventud y esos profundos deseos de felicidad, verdad, belleza y amor verdadero que experimentan. Vivan con intensidad esta etapa de su vida tan rica y llena de entusiasmo.

Sean conscientes de que ustedes son un ejemplo y estímulo para los adultos, y lo serán cuanto más se esforzarán por superar las injusticias y la corrupción, cuanto más desearán un futuro mejor y se comprometerán en construirlo. Sean conscientes de sus capacidades y nunca se encierren en ustedes mismos, sino sepan trabajar por un futuro más luminoso para todos. Nunca están solos. La Iglesia confía en ustedes, les sigue, les anima y desea ofrecerles lo que tiene de más valor: la posibilidad de levantar los ojos hacia Dios, de encontrar a Jesucristo, Aquel que es la justicia y la paz” (Educar a los Jóvenes en la Justicia y en la Paz).

Queridos Jóvenes: Estoy convencido que esta experiencia de fe suscitará en Ustedes un nuevo ardor hacia Dios y hacia el prójimo. Pero no se olviden que al volver a su parroquia deben alimentar esta nueva vida con la oración, la Palabra de Dios, el Cuerpo y la Sangre de Cristo y con el amor fraterno. Aquí tiene su origen el auténtico discípulo misionero que tanto anhela y necesita hoy nuestra Iglesia. Aprovecho para agradecerles por ser esta lucecita que sostiene la esperanza y la vida en nuestras parroquias.

Agradezco a todos los animadores y las animadoras que les acompañan durante estos nueve días. También al P. Bernardo Falkus, como Director Espiritual de OASIS y a sus Párrocos y Hermanas religiosas que caminan con Ustedes durante todo el año. También a todos los Bienhechores que les ayudan con su oración y la alimentación.

Por intercesión de nuestra Madre Inmaculada Concepción, Él Señor les bendiga y acompañe. Fraternalmente,


+Antonio Bonifacio Reimann, OFM

Concepción, 27 de Diciembre del 2011 en la Fiesta de San Juan Apóstol