FIESTA PATRONAL DE CONCEPCIÓN

Desde muy temprano el día 8 de Diciembre empezaron a llegar a Concepción los Sacerdotes y Hermanas Religiosas del Vicariato para participar en la Fiesta Patronal. El P. Bernardo Falkus, párroco en su saludo al inicio de la Misa, mencionó dos acontecimientos importantes que celebramos: Primero, 60 años de vida y misión del Vicariato Apostólico de Ñuflo de Chávez. Segundo: 10 años de la consagración del Obispo Antonio Bonifacio.

En su homilía Mons. Antonio reflexionando sobre la Lectura del libro de Génesis (3,9-20) que indica al origen del mal nos decía: “A pesar de muchísimos años que transcurrieron de este doloroso acontecimiento, también hoy el pecado y sus consecuencias siguen golpeando millones de los seres humanos y lleva el nombre concreto como la desintegración familiar y la pobreza persistente…Muchos niños y jóvenes sufren soledad por la desintegración familiar o por el abandono de los padres.

A continuación nos ayudó a comprender que la experiencia del mal es tan consistente, que se impone por sí misma y suscita en nosotros la pregunta: ¿De dónde procede? La Palabra de Dios va más allá de estas causas sociales, políticas, coyunturales que mencionamos y nos ayuda a comprender que el mal radica en la desobediencia del hombre a Dios mismo y su proyecto de vida (cf. Sb 1, 13-14; 2, 23-24).

En cambio la obediencia a la Palabra de Dios genera la vida. El evangelio de la anunciación nos presenta a La Virgen María, mujer llena de gracia, llena de fe, que no se rebela contra Dios sino pregunta y obedece desde la Anunciación hasta Pentecostés. Por su obediencia será madre del Redentor, madre de Aquel que
se humilló hasta el extremo para devolvernos nuestra dignidad original – hombres y mujeres creados a imagen y semejanza de Dios.

Agradecimiento al Pueblo de Dios

Mons. Antonio agradeció luego al Señor por todos los hombres y mujeres que con su vida y con su palabra a ejemplo de la Virgen Inmaculada dicen >SI< a Dios, construyendo el Reino de Dios en estas latitudes. Por tantas personas que a lo largo de los 60 años apoyados en la roca de la Palabra de Dios dijeron lo mismo que el misionero jesuita, en esta inolvidable obra teatral ayer en la noche: “Mientras me queden fuerzas para respirar, para gritar y para luchar, estaré al lado de los pobres, de los débiles, de los oprimidos. Así es como yo entiendo la palabra de Dios”.

También a los líderes, animadores de la Palabra de Dios en su comunidad, los cabildos, colaboradores del misionero, los catequistas, los profesores de religión por dar el testimonio del Señor con su vida y su palabra. A las autoridades presentes en esta celebración que comprenden su vida como el servicio a los más pobres y necesitados. A todas las personas de buena voluntad que no abandonan nunca este templo, especialmente la Eucaristía dominical donde alimentan su fe para formar la familia como Iglesia doméstica. También a todas las Instituciones y las personas que con su apoyo económico ayudan en el mantenimiento de este Patrimonio tanto dentro de Bolivia como de fuera, especialmente de Baviera – Alemania.

A la Vida Consagrada

En esta celebración entre otros invitados estaba presente el P. Aurelio Pessoa, nuevo Provincial de la Provincia Misionera de San Antonio en Bolivia. A él Mons. Antonio dirigió estas palabras: Querido P. Aurelio. Tú eres el primer religioso franciscano de este pueblo chiquitano, ordenado sacerdote en el año 1987. Te felicitamos por tu nueva misión que los Hnos. de la Prov. Misionera de San Antonio te confiaron - Ser el Ministro Provincial significa ser el primer servidor de los Hermanos y de la Iglesia. Confiamos que con la ayuda del Señor y nuestra Madre la Virgen Inmaculada lo harás muy bien.

Luego Mons. se refirió a la labor misionera de los Hermanos Menores desde la creación del Vicariato hasta ahora. Recordó con gratitud la labor pionera misionera de los dos obispos franciscanos: Mons. Jorge Kilian Flaum (+1971) y Mons. Antonio Eduardo Bösl (+2000). Ellos, junto con sus hnos. de Baviera, llevaron la obra de la evangelización y de la promoción humana durante tantos años.

Gracias a los Bienhechores del Mons. Antonio Eduardo y la mano calificada del pueblo chiquitano dirigida por el Arq. Hans Roth (+2000), y los Voluntarios alemanes, se llevó a cabo la obra de restauración de este gran conjunto misional con su catedral (del 1974 al 1982). El trabajo de la conservación de este patrimonio de la Humanidad en los últimos diez años estaba dirigido por el Arq. Javier Mendoza a quien expresó su agradecimiento

Agradeció también a los Hermanos Franciscanos de Polonia procedentes de la Provincia de La Asunción de la Virgen María que en este año cumplen los 35 años de su labor misionera en el Vicariato. De los cuatro que llegaron en el año 1976 dos trabajan en el Vicariato: P. Bernardo Falkus, párroco de Concepción y el P. Adalberto Mazur, párroco de Ascensión de Guarayos.

También expresó su agradecimiento por la labor pastoral llevada desde el año 1954 en la parroquia de Santa Clara, El Fortín Libertad. Esta parroquia ha dado luz a las cinco nuevas parroquias en la zona de Tierras Bajas. Hermanos Franciscanos a raíz del último Capítulo Provincial, concluyen su presencia en la siguientes parroquias: Santa Clara -El Fortín, Santiago Apóstol - Cuatro Cañadas y El Carmen. Finalizó este agradecimiento a sus hermanos franciscanos con las siguientes palabras: “Confiamos que las semillas de la Palabra de Dios sembradas en medio de estos pueblos un día producirán su fruto. El Señor les bendiga y acompañe en sus nuevos destinos”.

También recalcó la labor de las primeras religiosas femeninas que desde el inicio apoyaron la evangelización. Mencionó de las primeras:

Hnas. Franciscanas Terciarias de San Francisco que llegaron desde Austria en el año 1924 a Ascensión de Guarayos. En el año 1953 llegan a Concepción las Hermanas MESST. Y en el año 1961 el Instituto Secular de las Obraras de la Cruz llega a San Javier a quienes felicitó por sus 50 años de la labor misionera en el Vicariato.
A partir de los años ochenta llegan otras comunidades religiosas y se ubican en la zona de Tierras Bajas entre los nuevos asentamientos humanos. Valoró su testimonio y servicio al Reino de Dios que se extiende también en esta zona.
Al Clero Diocesano

Agradeció también al Señor por los sacerdotes diocesanos, bolivianos, polacos y alemanes cuya misión consiste en fortalecer la Iglesia local y ser signo vivo de Cristo el Buen Pastor presente en medio de su Pueblo. Pidió por intercesión de la Virgen Inmaculada, por los nuevos, generosos obreros para la viña del Señor.

Expresó su esperanza que la opción pastoral en el Vicariato por la Familia, por la formación de los Laicos basada la docilidad a su Palabra en la vida ordinaria, la amistad con El Señor presente en la Eucaristía y en su Pueblo, suscite las nuevas vocaciones tanto a la vida sacerdotal como a la vida religiosa.
Subrayó su deseo de que todos podamos decir como el misionero en la inolvidable obra teatral presentada ayer en la catedral: “Mientras me queden fuerzas para respirar, para gritar y para luchar, estaré al lado de los pobres, de los débiles, de los oprimidos. Así es como yo entiendo la palabra de Dios.

Finalizando la homilía Mons. Antonio dijo: “En María Inmaculada, contemplamos el reflejo de la Belleza que salva al mundo: la belleza de Dios que resplandece en el rostro de Cristo. En María esta belleza es totalmente pura, humilde sin soberbia ni presunción. Qué esta belleza se refleje también en toda nuestra vida”.

Después de la Misa Solemne en los corredores del obispado tuvo lugar un singular encuentro fraternal entre las Religiosas, el Clero y los lacos de la región sirviéndose un rico almuerzo.