El día sábado, 28 de Noviembre 2009, pasará a la historia de la familia Opimí Taseo y del Clero Diocesano de nuestro Vicariato. El seminarista Pascual Opimí T. ha sido incorporado al Orden de los Diáconos.
Esta ordenación diaconal se celebro en el marco de los 300 años de la fundación de Concepción. También dentro del año sacerdotal que celebra la Iglesia con ocasión del 150 aniversario del nacimiento de Juan María Vianey, el Santo Patrón de todos los párrocos del mundo.
Toda la ceremonia se llevó a cabo en la Iglesia catedral de Concepción a las 10.00 a.m.
Mons. Antonio Bonifacio Reimann, acompañado por los sacerdotes (mayoría diocesanos), los seminaristas, delegaciones de los jóvenes y los fieles de la parroquia de San Javier y de San Ramón; también participaron las Hermanas religiosas de algunas parroquias. Por la imposición de manos del Monseñor Antonio y la Plegaria Ordenación, ha sido conferida la gracia del Diaconado al seminarista Pascual Opimí Taseo.
Finalizada la ceremonia de la ordenación, el nuevo Diácono recibió un saludo de paz por parte del Mons. Antonio y también del diacono Yohnny Fajardo introduciéndolo al grupo de los diáconos de la Iglesia Católica.
Antes de la bendición final, primeramente el Pbro. René Sandoval, párroco de San Ramón y luego el Diacono Pascual agradeció a Dios por esta vocación, a sus Padres y familiares, formadores, amigos y amigas de su parroquia de San Javier, y de la parroquia donde actualmente trabaja, San Ramón. También al Mons. Antonio por haberle conferido esta ordenación
Mons. Antonio Bonifacio dijo también: No existe el envío misionero sin previamente una experiencia de la vida comunitaria, donde uno lava los pies al otro al ejemplo de Jesús. Este servicio es posible si lo alimentamos con la escucha de la Palabra, con la oración como respuesta a la Palabra escuchada, con los himnos y cánticos inspirados, con el Pan partido que es el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y finalmente con la participación de los bienes a los pobres que se resume en la palabra Caridad.
Todos eso deseamos a nuestro nuevo Diacono, Pascual Opimí Taseo. Felicidades Pascual y que seas un buen servidor de la Palabra y de la Caridad.
Esta ordenación diaconal se celebro en el marco de los 300 años de la fundación de Concepción. También dentro del año sacerdotal que celebra la Iglesia con ocasión del 150 aniversario del nacimiento de Juan María Vianey, el Santo Patrón de todos los párrocos del mundo.
Toda la ceremonia se llevó a cabo en la Iglesia catedral de Concepción a las 10.00 a.m.
Mons. Antonio Bonifacio Reimann, acompañado por los sacerdotes (mayoría diocesanos), los seminaristas, delegaciones de los jóvenes y los fieles de la parroquia de San Javier y de San Ramón; también participaron las Hermanas religiosas de algunas parroquias. Por la imposición de manos del Monseñor Antonio y la Plegaria Ordenación, ha sido conferida la gracia del Diaconado al seminarista Pascual Opimí Taseo.
Finalizada la ceremonia de la ordenación, el nuevo Diácono recibió un saludo de paz por parte del Mons. Antonio y también del diacono Yohnny Fajardo introduciéndolo al grupo de los diáconos de la Iglesia Católica.
Antes de la bendición final, primeramente el Pbro. René Sandoval, párroco de San Ramón y luego el Diacono Pascual agradeció a Dios por esta vocación, a sus Padres y familiares, formadores, amigos y amigas de su parroquia de San Javier, y de la parroquia donde actualmente trabaja, San Ramón. También al Mons. Antonio por haberle conferido esta ordenación
Mons. Antonio Bonifacio dijo también: No existe el envío misionero sin previamente una experiencia de la vida comunitaria, donde uno lava los pies al otro al ejemplo de Jesús. Este servicio es posible si lo alimentamos con la escucha de la Palabra, con la oración como respuesta a la Palabra escuchada, con los himnos y cánticos inspirados, con el Pan partido que es el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y finalmente con la participación de los bienes a los pobres que se resume en la palabra Caridad.
Todos eso deseamos a nuestro nuevo Diacono, Pascual Opimí Taseo. Felicidades Pascual y que seas un buen servidor de la Palabra y de la Caridad.