Encuentro-Evaluación de los seminaristas



Muchos medios de comunicación manifiestan drásticos cambios ideológicos, de vida y/o religiosos, presentándonos una sociedad fragmentada, de pequeños grupos afines, cuyas máximas son; “alejarse del que no comulga con sus ideas”, o “no encaja en sus esquemas”. Lo sorprendente en esta situa ción,  es que, esas premisas también se oyeron en los tiempos de Jesús. Es así que citamos el evangelio de Lucas 15, 1-10, para reconocer un nuevo modo de mirar al otro distinto.

Esta nueva mirada e iluminada con la palabra de Dios, contextualizó el encuentro - evaluación 2012 de los seminaris tas. En el cual estuvieron presentes; Nicolás Yabochicae y Santiago Casia (propedéutico), Juan Bautista Yabochicae (1ro. filosofía), Henry Macias y Carmelo Tubarí (Pastoralistas), Freddy Vaca (1ro. teología), Diác. Samuel Jaén y Diác. Adalid Ordoñez (Encargado vocacional).

Cada uno compartió su experiencia, resaltando las cuatro áreas que guían la formación de los seminaris tas: Comunitaria, pastoral, académica y espiritual. Como en todo camino se rescató aspectos que animan a se guir, pero también se reconoció  dificultades que hacen de la opción por el Sacerdocio, una vida llena de desafíos. A continuación pasamos a mencionar algunas ideas en cada área:

Comunitaria; Somos un grupo diverso, este aspecto hace que la convivencia sea enriquecedora. El problema surge, cuando queremos interponer nuestras ideas. Sin embargo, sentimos que hemos aprovechado este espacio, para ampliar nuestros horizontes.
Pastoral; Nos damos cuenta que tenemos mucho que aprender. Esta área ha significado un examen de vida, porque hemos podido hacer realidad lo que en teoría se nos enseña, sin olvidar, que gracias a las exigen cias pastorales, perfilamos nuestro ser (seminaristas).
Académica; Comprendemos que la preparación intelectual es fundamental en nuestra formación, ya que cada vez aprendemos algo nuevo, pero el peligro persiste en centrar toda nuestra atención a esta área.
Espiritual; Este espacio ha sido el más costoso, quizás porque es mediante él, que nos encontramos a nosotros mismos. Acordamos que necesitamos fortalecer más la vida Espiritual, ya que comprendemos que es la que da sentido a lo que sentimos.

Fueron muchos los desafíos mencionados, pero optamos por uno, tomado del ejemplo de Jesús; Que, “el encuentro con los ‘perdidos’ sea cargado de misericordia, alegría y plenitud”. Y esto será posible si incluimos la pedagogía del encuentro y la espera paciente (ir a buscar la oveja, encender la lámpara y esperar el hijo pródigo).
Para hacer realidad el desafío de la misericordia, creemos que es necesario mantener viva la imagen de Jesús comiendo con los “indeseables”, ya que, nos queda claro que seguir a Jesús se expresa con el ejemplo.

Nos despedimos con una pregunta, la cual, quiere hacerte recordar tu primer “SI”; ¿Qué tesoro has perdido? Así vemos que la misericordia, es un desafío, porque nos llama a salir, buscar lo perdido, para luego  hacer fiesta de entrega, compartir y proclamar.

Seminarista: Henry Macias Nuñez.