Mensaje del Obispo al Movimiento Juvenil “Oasis”

Queridas Amigas y Amigos del Movimiento "OASIS" en nuestro Vicariato Apostólico de Ñuflo de Chávez

Al concluir el año escolar, muchos de Ustedes acuden anualmente al encuentro con el Señor en Ascensión de Guarayos para profundizar su fe y crecer en el compromiso cristiano como jóvenes en nuestras parroquias.

Yo estoy recién llegando desde Alemania, donde participé en el encuentro con las Iglesias Hermanas de Hildesheim y de Tréveris.

Anteriormente, como Ustedes ya lo saben, toda la Conferencia Episcopal Boliviana, participamos en el encuentro con el Papa Benedicto XVI, para estrechar nuestros lazos de comunión con el Pastor de la Iglesia Católica, y para compartir con el nuestras experiencias pastorales en Bolivia.
Fue un encuentro muy emotivo. El Papa en el encuentro personal con el me preguntó por la familia en Bolivia y particularmente por los jóvenes. El entiende perfectamente que la familia como comunidad de vida y de amor es la célula más importante en el tejido de la humanidad, porque de ella depende el presente y el futuro de la Iglesia y del mundo entero.

El nos invitó al inicio de este nuevo milenio ante todo alimentarse de la Palabra de Dios para hacer eficaz el compromiso de la nueva evangelización. Nos recordaba que de la escucha de la Palabra divina nace el amor al prójimo y, con él, el servicio desinteresado a los hermanos y que "el amor, en su pureza y gratitud, es el mejor testimonio del Dios en que creemos y que nos impulsa a amar".
Queridos Jóvenes. Hoy en Bolivia vivimos momentos muy difíciles, frente a la situación de la pobreza, marginación, manipulación o desamparo de buena parte de la población. Todos nos preguntamos: ¿Que podemos hacer nosotros como cristianos, católicos, especialmente Uds. Jóvenes?

Esto lo que hacen Uds. en estos días en Ascensión de Guarayos, es el primer paso, creo el más importante, para dar una respuesta adecuada a esta difícil situación, pero desde la fe en él Señor; impulsados por el Espíritu Santo comenzar a escuchar nuevamente lo que él Señor les dice a través de su Palabra, y a través de esta comunidad reunida y los testimonios vividos a lo largo de su vida.

Creo que estos cuatro niveles de OASIS tienen como objetivo eso: escuchar con docilidad la Palabra de Dios vivo, darle nuestra respuesta durante este encuentro y luego en nuestras parroquias; dejarnos llevar a una comunión muy intima con el Cuerpo y la Sangre del Señor presente en la Eucaristía. Esta comunión vivida así, nos llevará a estrechar los lazos de comunión entre todos nosotros, provenientes de diferentes culturas, razas, y naciones, especialmente con nuestros hermanos y hermanas que sufren.

Agradezco a todos los párrocos y las hermanas que les colaboraron en la ida a Ascensión. Agradezco al P. Bernardo y a las Hermanas Franciscanas de Ascensión por la acogida en esta parroquia; a los Animadores y Animadoras de cada nivel por el tiempo dedicado y el testimonio de vida. Finalmente a cada una y cada uno de Uds. Por su generosa respuesta y deseo para ser colaborador, misionero de Cristo en su parroquia.

Ustedes, Queridos jóvenes, son también mis colaboradores en esta misión que él Señor me ha encomendado precisamente un día como hoy, 1 de Diciembre de 2001 - ser Obispo y Pastor de este Pueblo de Dios en nombre del Señor. Por este "remar mar a dentro" juntos les agradezco de todo corazón.

Quiero concluir esta carta recordándoles también del año jubilar de San Pablo. El joven Saulo se dejó encontrar por Cristo Resucitado que le habló fuertemente en la entrada a Damasco. Pablo acogiendo su Palabra, recibió el bautismo y a partir de este profundo encuentro con él Señor se sintió siempre su enviado, su apóstol y daba testimonio del amor de Cristo a muchos pueblos y naciones.

Qué la Virgen María, la primera discípula del Señor interceda por Ustedes, para que dóciles al Espíritu Santo sean reflejo de Cristo joven presente en nuestras vidas.

'Joven amigo, Dios y su pueblo esperan mucho de ti, porque tienes en ti el don supremo del Padre, él Espíritu de jesús" (Benedicto XVI)

Para esta inolvidable experiencia de OASIS les bendiga a todos y acompañe Dios Todopoderoso: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Con el saludo fraterno, Mons. Antonio Bonifacio Reimann, OFM

Santa Cruz de la Sierra, 1 de Diciembre de 2008