Primer Congreso Misionero para Seminaristas

Cochabamba, 21- 24 de Junio 2010.

En vista al segundo año del Proceso de la Misión Permanente en Bolivia que tiene como lema “Aprender de Jesús el Maestro” y la Clausura del Año sacerdotal este año en Roma por el Papa Benedicto XVI, ante más de 15 mil sacerdotes de todo el planeta en la Plaza de San Pedro.

La Conferencia Episcopal bajo el lema: Seminaristas Discípulos y Misioneros de Jesucristo Buen Pastor” a través del Área de Comunión Eclesial; Mons. Ricardo Centelles y de Evangelización; Mons. Antonio Bonifacio Reimann convocaron por vez primera en la Iglesia al “I Congreso Misionero para Seminaristas de Bolivia” llevado a cabo en el Seminario Nacional San José de Cochabamba.

El objetivo que marcó el encuentro de los futuros sacerdotes fue: fortalecer y compartir espacios de concientización, formación y experiencias misioneras para que los seminaristas de Bolivia sean auténticos discípulos misioneros al servicio de la Iglesia. La propuesta de Aparecida que convoca a ser Ministros Discípulos y Misioneros ilumina “La Vocación Misionera Especifica del Ministerio Sacerdotal”. La Iglesia no deja de enfatizar al pueblo que “la fe sigue siendo algo vital” (Papa Benedicto XVI) en la vida de los cristianos. Si esto no está, difícil comprender la misión del sacerdote, manifestó el Cardenal Julio Terrazas. El sacerdocio es una de las bases de la vida de la Iglesia, los formadores tienen una misión delicada de gran responsabilidad en los seminaristas está el futuro del presbítero boliviano recordó el Rector, P. Nicolás en la apertura del congreso.

Los principales ejes temáticos del encuentro fueron: La Palabra, primero es la Palabra y después el sacramento. La Iglesia nació para anunciar el mensaje del Evangelio, no tiene otra tarea, el anuncio de la Palabra nace de la vivencia personal, Mons. Jesús Pérez, Arzobispo de Sucre. Ministros de la Palabra, el seminarista se prepara para ser ministro de la Palabra, es una exigencia y una petición del pueblo de Dios que a través del CELAM tiene un relieve especial. El futuro presbítero se prepara en la escucha atenta y transmisión de esa Palabra a través del estudio de la Sagrada Escritura. Es una exigencia de la Iglesia enseñar todo lo que Jesús ha transmitido, recordó el teólogo y exegeta español P. José Cervantes. Testimonios, lleva a emprender una acción diferente y nueva, la vida del seminario es un tiempo de gracia que hay que aprovechar, aprender de los formadores, no criticarlos, aprender a vivir en comunidad, ya que si esto no se practica en el seminario difícil hacerlo en la vida de sacerdote porque la predicación sería incoherente al Evangelio y el sacerdote no daría testimonio, (P. Willan Ugarte, Párroco de Uncía Potosí).

La vida del nuevo misionero debe partir desde la espiritualidad de Jesucristo El Buen Pastor y la misión debe llevar a vivir la comunión. Al concluir este Congreso resumimos los puntos que los seminaristas definieron en grupos: 1. La relación del presbítero con la Palabra enfatiza la importancia de centrar la vida en la escucha de la Palabra de Dios y de la Eucaristía. 2. Poner en práctica la Palabra de nuestro Maestro Jesús, en todos los espacios de la comunidad cristiana en nuestra vida cotidiana compartiendo la Palabra con el hermano y a la vez dando un testimonio de fe.

Que este encuentro haga de nuestros seminaristas del Vicariato Ñuflo de Chávez hombres con un corazón misionero y renueve la fe de los seminaristas de Bolivia “porque lo demás viene por añadidura, el Señor derrama abundantemente“ dijo: (Cardenal Julio Terrazas, Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra).

(Resumen del boletín informativo del Congreso)
P. Ruperto Rodríguez