JUNIO, MES EUCARÍSTICO

Pascua la fiesta de la vida. La Pascua 2010, no solo dejó un grato recuerdo en la vida de nuestros pueblos sino una bella experiencia real y visible a los ojos del mundo. Así quedó demostrado en día de la Resurrección del Señor cuando en muchos pueblos y comunidades los fieles reunidos en sus plazas, desde su fe junto a su cultura, en acción de gracias al Señor de la vida hicieron bendecir sus alimentos y bienes. De estos pequeños testimonios pero desconcertantes debemos partir con la Misión Permanente, ya que la tarea de la Iglesia según la V Conferencia de Aparecida es “custodiar y alimentar la fe del pueblo de Dios” (D.A. 10), que tiene siempre el deseo de compartir y vivir la vida al estilo de Jesús.

Junio mes eucarístico. Cerrando el tiempo pascual con la alegría de haber vivido y experimentado los Misterios de la Ascensión del Señor y la Venida del Espíritu Santo en Pentecostés, ingresamos a Junio mes Eucarístico celebrado en la fiesta de Corpus Christi, Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía comida espiritual para conversión del mundo. La multiplicación de los panes en el Evangelio de Lucas (9: 11-17) ha sido un anuncio y anticipo de la Eucaristía. En ese milagro, hoy desafío para la Iglesia comió toda una multitud hasta saciarse y los discípulos por mandato del Señor ocuparon un lugar privilegiado, servir a todos, “Denles ustedes de comer” (9: 13), entregando el pan a toda la gente. Con este signo Jesús nos revela y enseña que donde hay solidaridad el pan de la Palabra y el pan material alcanza para todos en especial a los hambrientos y marginados.

Corpus Christi debe llamarnos a los sacerdotes ministros de la Palabra de Dios a promover ante nuestros pueblos el milagro del desprendimiento y la actitud de compartir, la apertura generosa y solidaria con los demás. Esto la Iglesia hoy ante el mundo debe el compromiso cristiano la unión, la solidaridad, este es el sentido profundo de la Eucaristía en la vida de los cristianos.

La Misión Permanente es una tarea urgente en la Iglesia. En el Vicariato existe un equipo impulsor que en coordinación junto a los vicarios zonales deben visitar las parroquias para impulsar esta tarea. Después de un año de concientización con la ayuda del tríptico la evaluación es positiva a pesar que falta una conciencia misionera hasta en algunos sacerdotes, también a una debilidad, la falta de formación de los laicos y del mismo equipo. El Discípulo debe “APRENDER DEL MAESTRO” el 19 de Julio en San Ramón este grupo junto al Obispo tendrá su primer encuentro formativo, esta formación cristológica es básica que dará nuevas luces para entender el verdadero significado de la catequesis del tríptico que está en elaboración y pronto llegara a las parroquias para los laicos como primer material de trabajo. El 2 de Octubre de este año, cuando celebremos el aniversario de la Misión Permanente en San Ramón, en los testimonios que se presenten queremos ver algunos frutos del trabajo misionero de los laicos vivido en sus parroquias. Por eso es importante reunir a los Agentes Pastorales y definir una asamblea parroquial para motivar, coordinar y promover una acción misionera urgente.

La Misión Permanente y los jóvenes. Los sacerdotes y las religiosos/as debemos aprender mucho de los jóvenes, ellos nos evangelizan, además son los primeros en ayudarnos en las tareas pastorales, porque gozan su libertad de ser joven. La gran mayoría es inocente ante la realidad del mundo, no tienen grandes prejuicios como los mayores, con su mirada siempre disponible y atenta nos dan cuenta de sus sanos pensamientos y grandes ideales. Los jóvenes son los primeros llamados a la misión, por eso lanzamos a todas las parroquias el lema para el Festival Juvenil 2010 que se realizará el 4 de Septiembre en San Ramón “JOVEN MISIONERO VEN SIGUEME” Los jóvenes aprecian mucho a sus sacerdotes y de ellos esperan siempre una palabra que toque su vida y que venga de la vida, el lenguaje que ellos hablan y entienden. Desde la fecha comienza el tiempo para preparar esta fiesta misionera donde los artífices son los jóvenes los que dan vida a nuestras parroquias y los primeros en responder al llamado del Señor.

Pidamos a la Inmaculada Virgen María que proteja a nuestro Obispo Monseñor Antonio Bonifacio en su viaje a su país Polonia, Alemania e Italia, y que a su llegada en Julio traiga alegría y muchas bendiciones del Papa Benedicto XVI a nuestro Vicariato.

Pbro. Ruperto Rodríguez