INCORPORACIÓN DEFINITIVA DE CATY EN EL INSTITUTO SECULAR OBRERAS DE LA CRUZ

Unas palabras rápidas para poder compartir con ustedes una gran alegría, no sólo para las Obreras de la Cruz, sino también para la Iglesia y, en particular para este Vicariato.

Caty (Catalina Tilila), finalizando ya el período de renovaciones temporales de sus votos, emitió, el pasado 21 de noviembre, su incorporación Definitiva en el Instituto Secular Obreras de la Cruz. Actualmente vive y realiza su misión en Santa Cruz, por eso la Eucaristía se celebró en la Parroquia a la que pertenecen: San Antonio. Fue una celebración muy bonita, compartida con los feligreses habituales, las consagradas y consagrados que pudieron acompañarnos, el equipo de monaguillos de las capillas que ella guía, compañeras de trabajo…

Estamos muy agradecidos al Padre Reinaldo, que presidió la celebración y que nos facilitó enormemente todos los detalles, además de una homilía muy cercana con palabras para Caty y también para que los laicos entiendan mejor la vocación de consagración. Concelebró el Padre Stanish, tan vinculado también a nuestro vicariato. Gracias, P. Stanish, su presencia, junto a Adela, representaba de algún modo la etapa de la Formación Inicial de Caty en El Fortín.

La familia de Caty vive en Cuatro Cañadas y allí vivió ella parte de su infancia y adolescencia. Allí conoció a algunas obreras, entre ellas a Inés Vañó, que en paz descanse y, lo que más le llamó la atención es que eran unas mujeres muy trabajadoras. Allí conoció también, al entonces Padre Antonio Reimann, que le orientó y alentó en su inquietud vocacional hasta que ella expresó su deseo de ser Obrera de la Cruz. Era joven todavía, pero ahí comenzó un largo proceso de formación humana y en la fe primero, hasta que inició oficialmente su Formación Inicial en El Fortín, con el acompañamiento de Manolita, Adela, Isabel y Carmen.

Así que, aunque desarrolla su misión en Santa Cruz, ya hace siete años, en este Vicariato despertó su inquietud vocacional, recibió la primera etapa de su formación y emitió los primeros votos temporales. Por eso, queremos dar gracias al Señor, en primer lugar por la Iglesia, y ahí están todos ustedes: laicos, consagrados, sacerdotes… algunos habrán contribuido de algún modo a la formación de Caty porque habrán sido compañeros de clase, habrán compartido con ella quehaceres pastorales, o le habrán enseñado algo en el hospital de El Fortín… alguno habrá sido profesor/a de ella… Gracias al Señor por todos ustedes y confiamos en su oración para que, en estos tiempos difíciles, renueve su fidelidad y su respuesta al Señor cada día.

Los que la conocen, saben que es mujer de acción, pero de pocas palabras, y como este escrito era urgente o no llegábamos a tiempo… acepté el escribir yo. Pero quiero que sepan que, en este último tiempo en el que, como es normal, ha recordado todo su proceso vocacional, varias veces salieron de ella palabras de agradecimiento al Señor por ustedes.

Renovemos nuestro compromiso de orar por las vocaciones específicas de nuestro vicariato, por los jóvenes que el Señor esté llamando, pero también por los que ya están en camino para ser sacerdotes diocesanos, consagrados, laicos comprometidos…
Lucía Bover