Llamados para anunciar y encarnar el Evangelio en la diversidad cultural y social

Queridas Hermanas y Hermanos:

El mes de Octubre está dedicado a las Misiones. La intención Misionera del Santo Padre se define de la siguiente manera: “Para que el pueblo de Dios, que recibió de Cristo el mandato de ir a predicar el Evangelio a todas las criaturas asuma con empeño su responsabilidad misionera y la considere como el mayor servicio que puede ofrecer a la humanidad”.

Mons. Sergio Gualberto, Presidente de la Comisión de Evangelización de la CEB, retoma esta invitación del Santo Padre y nos invita a asumirla de la siguiente manera: “Cada una de nuestras Iglesias Locales están llamadas a conducir este proceso, involucrando a todas las fuerzas vivas y sectores del Pueblo de Dios. Urge anunciar a Jesucristo y salir al encuentro de aquellos que se han alejado de la Iglesia y de aquellos que conocen poco o nada a Jesús. Urge sembrar esperanza y luchar por la vida a favor de tantos hermanos víctimas de una pobreza injusta y excluyente, dando testimonio claro de solidaridad y cercanía”.

A esta invitación de los pastores del Pueblo de Dios, queremos adherirnos a través del lanzamiento de la Misión Permanente en nuestro Vicariato el día 3 de Octubre del año presente. Sobre la urgencia de entrar en esta dinámica de una permanente misión hice hincapié en las anteriores ediciones de este Mensajero.

Tierra de misión

Las tres zonas del Vicariato de manera diferente vivían en el pasado su misión. La zona de Chiquitos, la más antigua, recibió el anuncio del Evangelio hace más que 300 años con la fundación de San Javier (1691) por el P. Arce, SJ.; en este año celebramos el Jubileo de los 300 años de fundación de Concepción (1709) por el P. Lucas Cavallero, SJ;

La Zona de Guarayos recibió el primer anuncio en la persona del Pbro. Gregorio Salvatierra, natural de Porongo, Santa Cruz. Este incansable misionero atendía después de la expulsión de los PP Jesuitas (1767), las grandes extensiones de Chiquitos y Guarayos. En el año 1826 funda el pueblo de Ascensión de Guarayos. Extenuado por los trabajos misioneros solicita al Obispo de Santa Cruz la ayuda de los religiosos franciscanos del Convento para la Propagación de la Fe de Tarata. La recibe en la persona del P. Francisco Lacueva que continúa su labor casi veinte años ininterrumpidamente. Finalmente en el año 1840 recibe la ayuda del P. José Cor y el P. Manuel Viudez. A partir de este tiempo hasta el día de hoy los hermanos franciscanos permanecen evangelizando estos pueblos.

La Zona más joven es la de las Tierras Bajas, llamada anteriormente zona de Colonización. Abarca la extensión entre el Río Grande y el Río San Julián. La primera parroquia de esta zona fue creada en el año 1954 con el nombre de Santa Clara de Montegrande. El primer párroco y fundador de esta parroquia fue el P. Antonio Eduardo Bösl, futuro obispo (1972). Hoy día en toda esta basta región de las Tierras Bajas contamos con seis parroquias. En esta zona vive más de la mitad de la población del Vicariato, casi 80 mil habitantes.

Creación del Vicariato Apostólico

El Vicariato Apostólico se ha creado por motivos pastorales el 13 de diciembre del año 1951. El Derecho Canónico (can. 371, & 1) define al vicariato apostólico como una determinada porción del pueblo de Dios que, por circunstancias peculiares, aún no se ha constituido como diócesis, y se encomienda a la atención pastoral de un Vicario apostólico, para que la rija en nombre del Sumo Pontífice. Según el Concilio ecuménico Vaticano II esta circunscripción eclesiástica no es diócesis porque no existe jerarquía propia, ni predicación suficiente del Evangelio. Esta circunscripción desarrolla la actividad misionera en sentido estricto y son misiones.

El primer Obispo, vicario apostólico, fue Jorge Kilian Pflaum, franciscano de Baviera, Alemania, anteriormente misionero en la China (+1971).
El 1º de Abril de 1973 fue consagrado el nuevo obispo, Mons. Antonio Eduardo Bösl (+2000).
A partir de 1 de Diciembre de 2001, cumplo la misión de confirmar la fe de mis hermanos, continuando la misión de mis recordados antecesores bajo el lema: “Duc in altum” – Reme mar a dentro lo que significa, Lleve la barca a la parte más honda.

En esta misión no estoy solo; me acompaña la Provincia Misionera de San Antonio en Bolivia con la ayuda de los hermanos franciscanos (13) provenientes de Polonia, Alemania y Bolivia.
Un gran apoyo en la evangelización y en la promoción humana (educación y salud) desempeña la Vida Consagrada (9 Congregaciones, 1 Instituto Secular).
Finalmente el Clero Diocesano con 10 presbíteros (cinco de ellos bolivianos, tres polacos, y dos alemanes) y un diácono. En el seminario se preparan 9 seminaristas para el orden sacerdotal.
Agradezco también al Señor por todos los fieles laicos comprometidos con la evangelización y la promoción humana: los profesores de religión (83); los cabildos, los catequistas, los líderes, animadores/as de la Infancia Misionera.

Nuevos desafíos

¿Hablar de los números es suficiente? De alguna manera refleja la realidad, pero no es suficiente. Por ejemplo cada año reciben el sacramento de la Eucaristía alrededor de 2200 niños/as. ¿Cuántos de ellos siguen su formación y participan asiduamente con sus padres en la Eucaristía dominical?
Anualmente reciben el sacramento de la Confirmación 1500 jóvenes. ¿Cuántos de estos jóvenes se incorporan a la evangelización en sus parroquias?
Hace poco tiempo visité una comunidad. Por falta de la capilla celebré la Eucaristía en una de las casas. Después de los tres meses he vuelto a la comunidad y ¡que sorpresa! En el mismo lugar donde celebré la Santa Misa encontré al pastor protestante reuniendo la misma familia para su culto.
El creciente número de la delincuencia, provocado muchas veces por el consumo de droga y desmesurada bebida alcohólica. No olvidemos que el maltrato, el desprecio y el aislamiento a los que se suele someter a las personas desde niños pueden tener este tipo de consecuencias cuando se llega a la edad adulta.
¿Los presbíteros, somos reflejos vivos de Cristo Buen Pastor, gobernándolo no a la fuerza, sino de buena gana, no por sórdida ganancia, sino con generosidad, no como dominadores sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndonos en modelos del rebaño? (cf 1Pe 5,1-4).


¿La Vida religiosa está inserta en la pastoral de conjunto de acuerdo con su carisma y finalidades específicas de cada Instituto y con las prioridades pastorales?


Llamados a redefinir nuestra identidad

Frente a todos estos y/u otros desafíos, nuestra Iglesia local, animada por el Espíritu Santo, lanzamos la invitación de participar en la apertura de la Misión Permanente en el Vicariato Apostólico de Ñuflo de Chávez en la localidad de Yotaú, el día 3 de Octubre del año 2009.
(El programa detallado está en las páginas de este Mensajero)

¿Qué es lo que pretendemos a través de esta Misión?

1º En estos tiempos de cambio y muchas veces de confusión, redefinir nuestra identidad de bautizados, e identidad misionera de toda comunidad cristiana – ser hoy y siempre discípulo y misionero de Cristo (DA 11).

2º El auténtico encuentro personal y comunitario con Cristo nos debe llevar siempre a una conversión pastoral y renovación de las estructuras con fuerte dimensión misionera (cf DA 367); En nuestra realidad este desafío se traduce en la aplicación a nivel zonal y parroquial una de las líneas del Plan Pastoral del Vicariato (2009-2014) y llevarlo en práctica.

3º De este modo hacer de la Iglesia una comunidad de “discípulos –misioneros” para anunciar y encarnar el Evangelio en la diversidad cultural y social de nuestro país “hoy” y “ahora” (DA 407-430).

Confortados con el ejemplo y la presencia de la Santísima Virgen María, San Francisco Javier, Santa Teresa del Niño Jesús, San Francisco de Asís, tantos varones y mujeres de nuestros pueblos que a lo largo de su vida dieron testimonio del Señor, les convocamos en nombre de Cristo a responder con fe y decisión a esta llamada.

Qué Dios les bendiga.

Con afecto fraterno:


Mons. Antonio Bonifacio Reimann, OFM
Obispo, Vicario Apostólico de Ñuflo de Chávez


P. Bernardo Falkus, OFM
Vicario General