TRICENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE CONCEPCIÓN

“Con Cristo y la Virgen Purísima, escucha, aprende, anuncia”

FELICIDADES CONCEPCIÓN POR TUS 300 AÑOS DE VIDA Y MISIÓN

En este año celebramos los 300 años de la fundación de Concepción (1709-2009).

En primer lugar es un motivo de alabanza y de dar gracias al Señor, Dios omnipotente. Gracias por tantas personas, como el P. Lucas Caballero (+1711), fundador de Concepción, y el P. Martín Schmid (+1772), misionero, cuyas obras perduran hasta el día de hoy.

Concepción es fundada definitivamente en el año 1709 por el P. Lucas Caballero. Su primera ubicación es junto a la laguna de Concepción. Después es trasladado a otro lugar y finalmente se lo ubica donde está actualmente. El P. Lucas Caballero, en una de sus excursiones a nuevas tribus, encuentra la muerte en manos de los Puyzocas, quienes más tarde se asientan en Concepción. Una flecha le atraviesa el pecho y una macana destroza su cabeza el 18.09.1711. Es el primer misionero que derrama su sangre en Chiquitos. No se sabe donde está la tumba de este mártir. En 1751 los pueblos chiquitanos cuentan con 16.487 habitantes que van aumentando paulatinamente.

El año 1753 el suizo P. Martín Schmid, sacerdote, arquitecto, músico y artista comienza la construcción del templo y la termina en 1756. Por sus cartas a familiares en Suiza sabemos que él también es el constructor de las Iglesias de San Rafael (1740-49) y de San Javier (1749-52). El es conocido como compositor de misas para voces e instrumentos. Él enseña música y canto a los Chiquitanos. Ellos tienen mucha habilidad y una excelente predisposición para este arte.

Construyen instrumentos musicales y tienen orquestas y coros polifónicos. En una carta a su hermano P. Martín habla de sus oficios: “Los misioneros tienen que ser albañiles, carpinteros, herreros, cerrajeros, zapateros, sastres, molineros, panaderos, cocineros, pastores, jardineros, pintores, escultores, torneros, carroceros, ladrilleros, alfareros, tejedores, curtidores, fabricantes de cera y velas, estañeros y muchas cosas más.” A pesar de tantas habilidades y trabajos P. Martín Schmid es un misionero incansable que dedica lo mejor de su vida a la evangelización.

En 1767 los Padres Jesuitas son expulsados, también P. Martin Schmid que ya tenía 73 años. En su diario se puede leer como los Chiquitanos lloraron, cuando los soldados les sacaron: “Zoiya, azica, anná – padre, no se vaya, no nos deje solitos”. Su obra continuaba. Hasta el día de hoy, Concepción es una Misión Viva. Se presenta como parroquia activa con 45 comunidades y como sede episcopal.

El Cardenal Julio Terrazas, reflexionando sobre esta obra decía: “Sin complejos reconocemos agradecidos la entrega, el valor, la clarividencia de aquellos apóstoles que lo dieron todo para que la liberación del Evangelio no sea solo un enunciado. …Son pueblos llenos de esperanza que no se conforman con ser considerados como simples objetos de turismo”.

Así los 300 años de Concepción no solamente son motivo de agradecerle a Dios por los fundadores y primeros misioneros sino por muchos más religiosos, religiosas, clero diocesano, y laicos/laicas de este Pueblo Chiquitano, quienes dan vida y espíritu a la Iglesia de hoy.

P. Roberto Hof