Queridas Hermanas y Hermanos
Reciban mi saludo fraterno después de seis semanas de mi ausencia. Les traigo el calor del verano de mi tierra natal, pero también el saludo de tanta gente buena que encontré en el camino. También les agradezco por sus oraciones que me acompañaron
Ahora, gracias a Dios, otra vez, en medio de esta gran familia de nuestro Vicariato.
Esta vez no llegue solo, sino acompañado por el P. Bonaventura Smolka, OFM. El es franciscano y catedrático en la Universidad Católica en mi ciudad natal, en Opole. Su tiempo sabático quiere aprovechar para aprender el idioma castellano, y un día tal vez, servir con sus conocimientos en el Seminario Mayor de San Lorenzo. Le damos la cordial bienvenida.
Joven misionero restaura mi Iglesia
Apenas llegué a Concepción, el día 4 de Septiembre, me encontré con todos los preparativos, para el VIII Festival Juvenil Mons. Antonio Eduardo Bösl, con el lema: “Joven misionero, restaura mi Iglesia”. Fue una inolvidable experiencia de la creatividad, de una convivencia intercultural donde la tradición y la postmodernidad nos se contradecían sino se complementaban; los cantos, las oraciones, las poesías, ayudaban a comprender sus ilusiones que llevan muy dentro con relación al tema misionero. Gracias Jóvenes por su participación; que sean siempre en sus parroquias un fermento evangélico en medio de tantos jóvenes que todavía no han descubierto el amor que Jesús les tiene.
¿Qué Iglesia buscamos?
Tengo todavía muy presente el sociodrama presentado por el grupo juvenil de El Fortín. En sus pancartas han escrito: ¿Qué Iglesia somos? ¿Qué Iglesia buscamos?,
Reciban mi saludo fraterno después de seis semanas de mi ausencia. Les traigo el calor del verano de mi tierra natal, pero también el saludo de tanta gente buena que encontré en el camino. También les agradezco por sus oraciones que me acompañaron
Ahora, gracias a Dios, otra vez, en medio de esta gran familia de nuestro Vicariato.
Esta vez no llegue solo, sino acompañado por el P. Bonaventura Smolka, OFM. El es franciscano y catedrático en la Universidad Católica en mi ciudad natal, en Opole. Su tiempo sabático quiere aprovechar para aprender el idioma castellano, y un día tal vez, servir con sus conocimientos en el Seminario Mayor de San Lorenzo. Le damos la cordial bienvenida.
Joven misionero restaura mi Iglesia
Apenas llegué a Concepción, el día 4 de Septiembre, me encontré con todos los preparativos, para el VIII Festival Juvenil Mons. Antonio Eduardo Bösl, con el lema: “Joven misionero, restaura mi Iglesia”. Fue una inolvidable experiencia de la creatividad, de una convivencia intercultural donde la tradición y la postmodernidad nos se contradecían sino se complementaban; los cantos, las oraciones, las poesías, ayudaban a comprender sus ilusiones que llevan muy dentro con relación al tema misionero. Gracias Jóvenes por su participación; que sean siempre en sus parroquias un fermento evangélico en medio de tantos jóvenes que todavía no han descubierto el amor que Jesús les tiene.
¿Qué Iglesia buscamos?
Tengo todavía muy presente el sociodrama presentado por el grupo juvenil de El Fortín. En sus pancartas han escrito: ¿Qué Iglesia somos? ¿Qué Iglesia buscamos?,
¿Qué Iglesia queremos?
En el Mensajero del 09 de Junio, escribí acerca de los signos de vida y de los signos de muerte de nuestra Iglesia. Hoy queremos responder a la pregunta lanzada por los jóvenes: ¿Qué Iglesia queremos y buscamos?
Hoy el Señor, a través de la Conferencia General en Aparecida, nos invita a todos, ser una Iglesia discípula de Cristo, una Iglesia misionera. Después de la Asamblea Pastoral del Vicariato el año pasado reconfirmamos hacia donde queremos ir como Iglesia y que Iglesia queremos y buscamos: “Desde el encuentro con Cristo ser discípulos y misioneros, para fortalecer nuestra Iglesia en comunión, responsable, solidaria y servidora de la vida… “.
Sabemos que el verdadero discípulo no nace, se hace junto a los pies del Maestro. Y aquí viene la pregunta: ¿Cuánto tiempo dedico yo como sacerdote, religioso, religiosa, laico comprometido, para escuchar al Señor, hablar con Él como amigo, y comprometerme con lo que Él me pide? ¿En nuestras parroquias existen los grupos de reflexión bíblica como lo pide el Plan Pastoral? (cf. Área Evangelización 1,3).
Lanzamiento de la Misión Permanente
El día 3 de Octubre nos encontraremos en Yotaú, para lanzar desde ahí la Misión Permanente en el Vicariato (adjuntamos al final del Mensajero el programa detallado). Esta Misión es parte de la Misión Continental lanzada desde Aparecida. Su objetivo fundamental es poner a la Iglesia, y a todos en la Iglesia, en un estado permanente de misión. Esto implica “pasar de una pastoral de mera conservación a una Pastoral decididamente misionera” (DA 371), y ayudar a que todos en la Iglesia seamos fieles servidores de la Vida, por amor al Señor que es la VIDA.
En la mañana del 3 de octubre todos queremos dejarnos llevar por el Señor a un lugar aparte y permitir que toque nuestros oídos y los abra para su Palabra para que con nuestra boca y toda nuestra vida anunciemos su mensaje de Salvación.
Queremos también en esa mañana dirigir nuestra mirada a San Francisco de Asís, y agradecer al Señor por este ejemplo de evangelio viviente
Al final de la Eucaristía, cada párroco se acercará con su Consejo Pastoral, a recibir el altar- tríptico que peregrinará por todas las parroquias, de comunidad a comunidad y de casa en casa.
Sacerdote – primer promotor del discipulado y de la misión
Queridos Hermanos en el ministerio sacerdotal. A Uds. de manera especial me dirijo al inicio de esta misión permanente. De Uds. dependerá en mucha medida el éxito o fracaso de esta misión. Recuerden las palabras del Papa Benedicto, pronunciadas en la homilía de la inauguración de la Conferencia en Aparecida:”Ustedes son los primeros promotores del discipulado y de la misión, los primeros agentes de una auténtica renovación de la vida cristiana en el pueblo de Dios”.
Les pido que en este mes de Septiembre en todos los grupos parroquiales vayan preparándose a este tiempo de gracia – lanzamiento de la misión permanente.
Por intercesión de la Inmaculada Virgen María, el Señor bendiga todo este esfuerzo y les conceda la paz.
Mons. Antonio Bonifacio Reimann, OFM