AL SERVICIO DE LA EVANGELIZACIÓN…



En los próximos días tendremos  la MINI ASAMBLEA PASTORAL de nuestro Vicariato Apostólico Ñuflo de Chávez, que consistirá en evaluar y luego reprogramar –si es necesario- nuestras prioridades pastorales, las cuales son: LA FAMILIA, LA CATEQUESIS Y LOS LÍDERES.

Sabemos que Cristo transmite su misión a sus discípulos, es decir, al nuevo pueblo de Dios. Desde la misión de Jesús hay que entender el envío de la Iglesia al mundo, o sea, nuestra propia misión, la de todos los bautizados en Cristo. Misión que se concreta en la evangelización; y ésta en dos tiempos: anuncio del Reino de Dios y aval de tal mensaje con los signos de liberación humana. El evangelio esencial que hemos de transmitir y testimoniar es la alegre noticia de que Dios ama al hombre, lo invita a la fe, a su amistad, a su adopción filial y a la fraternidad humana mediante el seguimiento de Cristo, que es el hombre nuevo.

La evangelización es un servicio sin factura, hay que dar gratis lo que gratuitamente hemos recibido, es decir, el anuncio de la salvación por la fe. El Evangelio no se negocia ni se vende.

“La tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia; una tarea y misión que los cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada vez más urgente. Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, ser canal del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios y perpetuar el sacrificio de Cristo en la santa misa, memorial de su muerte y resurrección gloriosa” (EN 14).

“Pablo, servidor de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, elegido para anunciar la Buena Noticia de Dios” (Rom 1,1); “Anunciar la Buena Noticia no es causa ni motivo de orgullo, sino una obligación a la que no puedo renunciar. ¡Ay de mí si no anuncio la Buena Noticia” (1Cor 9, 16). 
Así lo decía San Pablo, consciente de su vocación misionera. Lo mismo hemos de repetir nosotros, máxime en el ocaso de los tiempos actuales, en que debido a la confusión de los criterios, corren peligro de eclipse valores tales como la vida humana, la persona, el matrimonio, la familia, el sexo, la solidaridad y el compartir.

“La fe nace de la predicación, y lo que se proclama es el mensaje de Cristo” (Rom 10, 17). La fe suscitada por la palabra no se limita a descubrir el misterio de Dios, sino que nos impulsa a secundar la acción de su Espíritu para la transformación de la realidad humana, a partir de una conversión personal profunda.

“Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella, para limpiarla con el baño del agua y la palabra, y consagrarla, para presentar una Iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino santa e irreprochable” (Ef  5,  25-27).

El camino de San Pablo nos muestra un camino al servicio de la evangelización para encontrar a Cristo Resucitado de un modo profundo y alegre y también nos invita al mismo tiempo a  revivir -un nuevo Damasco-  para que nuestro corazón ardiendo con las llamas del Espíritu Santo nos facilite  llevar adelante nuestras actividades pastorales.

Dios Padre de todos, que te defines como Amor y que quisiste que tu Hijo, Cristo Jesús, creciera al calor del amor familiar al lado de María su madre y de san José, bendice con tu Espíritu a nuestras familias, que en medio de cansancios, dudas y alegrías, gozos y temores, ilusiones y desencantos, caminan hacia ti y que no tengan miedo asumir la responsabilidad sobre las verdades que nos presenta Cristo sobre la misma familia, el matrimonio, la pastoral vocacional y los líderes de las comunidades.

P. Berdardo Falkus OFM

Detalles para la Mini Asamblea

Recuperara el alma y jugar bien el partido


             El día 10 de Junio, cuando viajaba a Polonia, leí que el ex entrenador boliviano Javier Azcargorta, luego de la victoria del equipo boliviano sobre el paraguayo escribió para el periódico el Deber: “no hay equipo sin alma, y por sanciones, lecciones y decisiones Bolivia recupero el y es una buena notica”.
 
                 Así me viene a la mente otro equipo, que también juega un partido muy importante, por el establecimiento del Reinado de Dios en el mundo.
Tanto la Iglesia local como universal, está llamada a llevar la Buena Noticia de la Salvación. ¿Quién constituye el alma de este equipo? Hace poco hemos celebrado la solemnidad de Pentecostés, y desde aquel tiempo “El Espíritu del Señor” juega el rol más importante en este partido, ya que para ello nos ha ungido, nos ha sellado con su presencia, nos ha incorporado a este equipo nuevo. Cuyo fin es hacer presente la victoria del Señor en el mundo. Gracias al Espíritu del Señor, y con él, todo el Pueblo de Dios - los Obispos, los Presbíteros, la Vida Consagrada, los Laicos comprometidos, la Familia, Conformamos el alma de este equipo, estamos guiados por el Señor como capitán, y como campo tenemos el mundo. Pero me pregunto: ¿Verdaderamente sudamos la camiseta?.

Con estos pensamientos aterrice en el aeropuerto de San Pablo. Allí me tocó una larga espera para la conexión con Frankfurt, casi ocho horas. Lo cual tube tiempo para descansar y retomar en la capilla ecuménica del aeropuerto estos pensamientos. La pregunta acerca del equipo del Señor me sigue acompañando en el viaje. Tengo delante un texto del Cardenal Roger Etchegaray, obispo de Marsella en Francia que habla sobre el Sínodo de la Nueva Evangelización, la apertura del Año de la Fe y el 50 aniversario del Concilio Vaticano II, en el mes de octubre de este año 2012.
Las palabras del Cardenal Etchegaray parecen ser la respuesta a mi pregunta: ¿Somos realmente el alma de este equipo del Señor?, Considero que son dignas de compartir, dicen así: “Pido la limosna de la oración, para que yo también pueda vivir, a imagen del apóstol Pablo, como alguien que difunde el Evangelio: apasionado por el anuncio de la Buena Nueva, judío entre con los judíos, griego con los griegos, solidario con cada hombre, según su ambiente y su cultura; todo para todos, para salvar por lo menos a alguno; dispuesto a interpretar las señales del Espíritu para correr hacia donde no hubiera imaginado ir; capaz de fundar comunidades de fieles en el corazón de los Efesios y de los Corintios de nuestros tiempos; dispuesto a generar sin cansarme nuevos fieles, apoyándoles o corrigiéndoles si fuera necesario; atento a tejer vínculos entre las comunidades, antiguas y nuevas, de la Iglesia para que den recíprocamente testimonio de fe y de oración; y en fin, que yo mismo pueda siempre alabar a Dios por los frutos del espíritu que veo madurar en los meandros más recónditos de la ciudad; para que pueda usar mis débiles fuerzas para revelar al Resucitado, esperando fervientemente su regreso. Y que yo sea dichoso, dichoso por una esperanza indefectible…Lo que más necesitamos es la oración”.
Me doy cuenta que el Cardenal Roger es un buen jugador del Señor. Con este entusiasmo pido a Dios que en nuestras familias, parroquias, grupos sacerdotales y vida Consagrada, no falten jugadores al estilo de nuestro hermano en la fe, Cardenal Roger Etchegaray. En esta oportunidad recuerdo también, y doy gracias al Señor por la vida y el testimonio profético de nuestro Hermano Cardenal Julio Terrazas Sandoval. Desde mi viaje a Polonia, me uno a todo el Pueblo de Dios, para felicitar, y pedir las bendiciones necesarias en ocasión de sus Bodas de Oro sacerdotales, que celebra el día 29 de Junio en Santa Cruz. Mi felicitación también va a Mons. Jesús Pérez Rodríguez, Arzobispo de Sucre quien en el mismo día agradece al Buen Pastor, por el don de la ordenación sacerdotal recibido por manos del Cardenal Maurer, hace 50 años. Felicidades a estos buenos e incansables jugadores del equipo del Señor, por compartir la victoria del Señor con los más pobres y alejados.
 
             Cómo no dar gracias al Señor también por tantos hombres y mujeres que en su vida sencilla, ordinaria, luchan por extender la paz y la justicia del Señor en su entorno y colaboran en la obra evangelizadora en sus parroquias.
                 En el aeropuerto de San Pablo encontré muchísima gente. En la capilla ecuménica, de vez en cuando entran las personas para hacer su meditación en silencio. Eso despierta esperanza. Una señora se acercó y me dijo que quieren escuchar una meditación basada en la reflexión de Raja Yoga. Suena la música y alguien pronuncia suaves palabras, invitando a los presentes relajar su cuerpo y mente, y dejar que penetre en ellos la energía de paz y tranquilidad. La palabra que más se repetía fue: “la energía”. Por un lado agradezco al Señor por esta sed de silencio y de meditación en la vida de las personas, y por el otro, sé que para nosotros los cristianos, la fe nos lleva no sólo al encuentro con una energía positiva, sino que ungidos y sellados con el Espíritu del Señor, conduce al encuentro con Jesucristo vivo, nuestro Dios y Señor. Y este encuentro despliega la fuerza transformadora en nosotros mismos, en la Iglesia y en la sociedad entera. Algo nuevo está naciendo, y mejor dicho, alguien nuevo, una criatura nueva, una vida nueva en Cristo está naciendo. Esto significa para mí “recuperar el ánima”, lo que constituye una buena noticia.

Concluyo esta reflexión con las palabras del papa Benedicto XVI y recogidas por Aparecida, que conocemos casi de memoria: “recomenzar desde Cristo, reconociendo que no se comienza a ser cristiano por una decisión ética, o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y con ello, una orientación decisiva” (DA, 12).

Con un saludo fraterno, ya desde Polonia, me despido en Cristo Buen Pastor;
 
+Antonio Bonifacio Reimann, OFM


Asamblea Pastoral en tierras bajas


             Cuando se trata de la misión y del Reino, el Evangelio usa verbos que implican en los discípulos un descentramiento, una salida de sí mismos hacia el mundo, las situaciones concretas, el hermano… (Mc.6,6-12).
Al mismo tiempo el fruto de este salir es siempre pequeño, casi imperceptible, pero con una fuerza transformadora que nadie es capaz de imaginar. La semilla produce el ciento por uno y el grano de mostaza llega a ser un árbol que acoge con su sombra y ofrece un hogar a los pajarillos (Mc. 4,26-32).
Las acciones pastorales que realizamos, muchas veces revelan este sentido evangélico aunque, acostumbrados a vivir en misión,  no encontramos un espacio para saborear el sentido de lo que acontece.
La Asamblea pastoral de Tierras Bajas realizada el 12 de mayo de 2012, nos ofreció estos signos:
“Salieron”  (Mc.6,12)
No faltaron representantes de ninguna de las parroquias de la zona, formamos parte de la Asamblea un total de 48 personas: párrocos, laicos comprometidos, hermanas de la vida consagrada… En la bienvenida, el P.Mario, orientó el sentido del encuentro y empleó la palabra: fortalecimiento. Se trataba, no tanto de repetir lo que en la Asamblea de marzo habíamos trabajado, como de volver sobre los ejes inspiradores para comunicar fuerza y novedad en nuestras parroquias priorizando la pastoral familiar.

Sucede con el Reino de Dios lo mismo que con el grano que un hombre echa en la tierra…” (Mc.4,26)
Seguidamente, la oración hizo el efecto del grano sembrado. La luz del cirio pascual iluminaba la sala y los que nos habíamos juntado nos sentíamos comunidad de comunidades. Deseábamos llevar a nuestras parroquias, aunque fuese pequeña, una llama del Cristo resucitado: analizando, compartiendo y sembrando  esperanza en las situaciones familiares que presenta nuestra realidad. Para ello nos ayudó un video y la expresión escrita en papeles de lo que percibimos como amenazas y oportunidades en el seno de las familias.
María no podía faltar en este espacio orante donde grano, sembrador y tierra actuaban silenciosamente  en el corazón de cada uno.
 
“¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos…” (Mc. 4,30)
El modo de exponer el objetivo de nuestro encuentro,  fue un power que sintetizaba la presentación que hizo Mons. Fernando Bascopé sobre la familia  y  las conclusiones  recogidas en la Asamblea Pastoral del Vicariato del mes de marzo. Esto ayudó a  formular tres preguntas que se trabajaron en grupos formados por los representantes de cada una de las parroquias.

Viendo nuestra realidad, ¿a que nos invita la Iglesia hoy y que estamos dispuestos a dar?
¿Qué lugar damos a Dios hoy en nuestra familia, teniendo en cuenta que ponemos más prioridad en los medios de comunicación u otras distracciones que nos rodean dentro y fuera de casa?
¿Qué pasos quiero dar en éste momento para mejorar la vida familiar de nuestros pueblos y Parroquia?.
“Ellos salieron a predicar y exhortaban a la conversión…” (Mc.6,12)
Las dos primeras preguntas nos ayudaron a plantearnos la situación real de la familia y a escuchar el urgente llamado de la Iglesia  a entregar lo mejor de nosotros mismos en la misión de recuperar la vida familiar, de acompañar los procesos de conversión a los valores evangélicos. Con la tercera pregunta concretamos el cómo. Las acciones concretas por las que la predicación motivaría el cambio de corazón y de mente.

Para finalizar, la H. Blanca, la H. Daniela y la H. Aparecida, insistieron sobre la necesidad de continuar promoviendo otras acciones pastorales importantes y que también, directa o indirectamente, colaboran con la pastoral familiar.
Pastoral bíblica: se informó sobre el taller que se llevó a cabo en el mes de abril en S. Ramón y se invitó a participar en  los sucesivos. También se recordó el compromiso que habían hecho los participantes de hacer una réplica en las parroquias y la organización que se ha establecido como comisión: cada parroquia cuenta con dos responsables para promover  la centralidad de la Palabra, desde todas las acciones pastorales.  Se animó a formar grupos de lectura orante de la Palabra.

Pastoral catequética: La H. Daniela dio orientaciones claras sobre la catequesis de hoy. Señaló los signos de los nuevos tiempos en relación a la fe. Frente a la constatación de un progresivo alejamiento de Dios,  nos interrogamos sobre nuestro hacer catequético y nos atrevemos a proponer algo nuevo, consientes de lo difícil que es, pero no imposible. El punto de partida son los “agentes de pastoral”. Un desafío para la gente de hoy es el testimonio de vida: se necesitan hombres y mujeres enamorados de Cristo que contagien a otros en el seguimiento. Esto no es posible sin  prácticas concretas: oración, vida sacramental y servicio.

Infancia misionera: Los niños son, muchas veces sin saberlo, quienes promueven una verdadera pastoral familiar. Su insistencia  y su entusiasmo logra implicar a la familia en su propia respuesta de fe. Es importante que les acompañemos y que les ayudemos a crear las actitudes que propone el programa de formación. A través del valor de la oración, la vida eclesial, la misión y el testimonio. La vida sacramental se experimenta, no sólo de práctica, sino como  encuentro gozoso con quien sabemos nos ama.

“El grano germina y crece sin que se sepa cómo. La tierra da fruto por sí misma…” (Mc- 4,27-28)
Y nos despedimos en medio de una lluvia suave, muy buena para hacer germinar. Partimos con el deseo  de volver a salir con Jesús, “a recorrer los pueblos de alrededor, enseñando” (Mc.6,6)

H. Blanca Sanz


NUEVA EVANGELIZACIÓN PARA LA FE


            El día 19 de Junio fue presentado en la Sala de Prensa de la Santa Sede el Instrumentum Laboris de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se realizará del 7 al 28 de octubre y abordará el tema "La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana".
            Durante la presentación, Mons. Eterovic señaló que la transmisión de la fe cristiana es uno de los grandes desafíos de la Iglesia "que será profundizado en el contexto de la nueva evangelización". Ese sentido, destacó que el Sínodo de los Obispos se realice en el contexto del Año de la Fe que comenzará el 11 de octubre.
Sobre el Instrumentum laboris, explicó que este consta, además del Prefacio, de una Introducción, cuatro capítulos y una Conclusión. Indicó que la Introducción recoge el parecer de las Conferencias Episcopales que concuerdan en "la necesidad de nuevos instrumentos y expresiones para hacer comprensible la Palabra de Dios en los ambientes de vida de la humanidad contemporánea. El evento sinodal tendría que representar una ocasión de debate y de participación, tanto del análisis como de las acciones que compartir para alentar a los pastores y a las iglesias particulares".
Asimismo, señaló que el primer capítulo, titulado "Jesucristo, Evangelio de Dios para el hombre", reitera el núcleo central de la fe cristiana y propone el Evangelio de Jesucristo como Buena noticia para el hombre contemporáneo."La nueva evangelización es la expresión de la dinámica interna del cristianismo, que desea dar a conocer a los hombres de buena voluntad la 'profundidad de la riqueza, de la sabiduría y del conocimiento' del misterio de Dios revelado en Jesucristo, más que una ansiosa respuesta ante la crisis de la fe y los nuevos desafíos que el mundo actual plantea a la Iglesia", indicó.
El segundo capítulo aborda el "Tiempo de nueva evangelización" y señala los desafíos y la descripción de la nueva evangelización en el mundo contemporáneo, descritos con varios escenarios.
"La Iglesia está llamada a discernir tales escenarios para transformarlos en lugares para el anuncio del Evangelio y de experiencia eclesial (...) En la obra de nueva evangelización, se desea una renovación de la pastoral ordinaria de las Iglesias particulares y, al mismo tiempo, se espera en una nueva sensibilidad que requiere creatividad y audacia evangélica, hacia las personas que se han alejado de la Iglesia", señaló.
Mons. Eterovic dijo que muchas de las respuestas se refieren a la "falta de vocaciones para el sacerdocio y la vida consagrada, que requiere, por otra parte, una fuerte pastoral vocacional".
El tercer capítulo se titula "Transmitir la fe" y recuerda que esta es la finalidad de la nueva evangelización. También advierte que "los obstáculos a la fe pueden ser internos a la Iglesia (una fe vivida de forma pasiva y privada, el rechazo de una educación de la fe propia, una separación entre fe y vida) o fuera de la vida cristiana (la secularización, el nihilismo, el consumismo, el hedonismo)". "El Año de la Fe representa un llamamiento urgente a la conversión para que cada cristiano y cada comunidad, transformados por la gracia, den abundantes frutos. Entre estos, el esfuerzo ecuménico, la búsqueda de la verdad, el diálogo interreligioso, la valentía para denunciar las infidelidades y los escándalos en la comunidad cristiana", afirmó.
Finalmente el último capítulo titulado "Reavivar la acción pastoral" propone recurrir a los instrumentos usados durante la tradición evangelizadora de la Iglesia, "en particular, el primer anuncio, la iniciación cristiana y la educación, intentando adaptarlos a las condiciones culturales y sociales actuales". "Habría que entender mejor, desde el punto de vista teológico, la secuencia de los sacramentos de iniciación cristiana que culmina en la Eucaristía y reflexionar sobre los modelos para poner en práctica la profundización deseada", señala.
Mons. Eterovic dijo que en conclusión se reafirma que "nueva evangelización significa dar razón de nuestra fe, comunicando el Logos de la esperanza al mundo que aspira a la salvación".
Mons. Antonio B. Reimann,  ofm



¿PROHIBIDO SOÑAR? Mini Asamblea


                
El psicólogo Carl Jung cuenta en su Diario que en un viaje a África se entrevistó con un viejo sabio para preguntarle sobre sus sueños. El anciano africano, vestido con pieles de mono, le respondió que él antes soñaba, pero desde que los ingleses habían colonizado el país y decían ya tener la solución para todo, él ya no soñaba…

             Tal vez hoy nos pasa algo semejante. Hace algunos años soñábamos con el mayo francés del 68, con el “dream” del mundo no racista de Luther King, con la Unión Europea y el Estado de bienestar para todos, con las propuestas de los ecologistas, de las feministas, de los indígenas, del Foro Social Mundial…En la Iglesia soñábamos con la utopía del Papa Juan, con la Iglesia de los pobres, la teología de la liberación, el ecumenismo y el diálogo interreligioso…

Pero hoy la dura realidad se ha impuesto: el FMI, los bancos, los paraísos fiscales, las multinacionales cada vez más agresivas, el cambio climático, los fabricantes de armamento, el duro invierno eclesial…nos vienen a decir que no hay que soñar, que  hay que ser realistas y aceptar lo inevitable, que nada puede cambiar.  Parecería tener razón  Calderón de la Barca: “los sueños, sueños son”…

Frente a este realismo de los tecnócratas, Juan XXIII al comenzar el Concilio Vaticano II afirma disentir de los profetas de calamidades que no ven más que prevaricación y ruina en el mundo y en cambio profesa su fe en la acción providente de Dios en la historia. Los cristianos podemos soñar porque, como Pedro afirmó en el discurso de Pentecostés, la venida del Espíritu actualiza la profecía de Joel de que en los últimos tiempos los hijos y las hijas del pueblo profetizarán, los jóvenes tendrán visiones y los viejos soñarán sueños (Hechos 2,14-19).

No nos dejemos acobardar por el pesimismo reinante ni por la lógica de lo irremediable, no nos dejemos engañar con fáciles e ilusorias soluciones, sigamos luchando por un mundo mejor, porque creemos que el Espíritu del Señor Jesús llena el universo, él es quien conduce la historia de la humanidad y nos da fuerzas para poder revertir el curso de la historia presente. Todavía podemos tener sueños y soñar.


P. Víctor Codina sj

IN MEMORIAM


“Se han separado de nosotros para que su amor, al entrar en Dios, nos sea más cercano”

Hemos localizado al Dr. Orlando Pérez, para recoger estos testimonios de primera mano sobre el P. Rainer.

Preocupado por la salud del Pueblo
Cuando el P. Rainer llegó a la Colonia Berlín (1987) había 36 poblados de gente proveniente del interior del país. Era una población grande sin ningún tipo de asistencia médica. Muchas personas morían de cólera, tuberculosis y tétanos postnatal (los recién nacidos), por  falta de higiene al cortar el cordón umbilical.
 El P. Rainer detectó en seguida que este era un gran problema, por lo que buscó al Doctor, quien junto a su esposa, se ofrecieron para realizar el trabajo.
De ese modo construyó la posta sanitaria y se ocupó del salario del médico y de su mujer, que actuaba de enfermera. Si era preciso, él iba a buscar a los pacientes  y no dudaba en cancelar las recetas médicas, porque la pobreza de la zona era extrema. Se salvaron muchas personas  de cólera. No recuerdan que a partir de entonces,  muriera  nadie más. Algunos les llegaron a poner hasta 25 litros de suero en vena… El Estado no colaboraba en nada, todo era generosidad del Padre y de los pequeños aportes  de las familias.

Atento por la formación integral de la mujer
A la mujer le dedicó especial atención, a través de los clubes de madres,  atendidos por las Hermanas de la “Compañía de Santa Teresa de Jesús”, recientemente llegadas a trabajar en la pastoral parroquial.
Con  ellas coordinaba las visitas a los distintos poblados. Él solía hacer los recorridos en bicicleta, porque el ejercicio físico  le ayudaba a vencer las secuelas que le había dejado la “polio”. Incluso enseñó al doctor a manejar y,  cuando se despidió de la parroquia le regaló su bicicleta,  como gesto de cariño y amistad. Hemos podido ver varias fotografías dedicadas al doctor, ya desde Alemania, en las que le recomienda que no se olvide de educar a las mujeres en la higiene y prevención de la salud.

Apoyando la educación
En la educación no escatimó esfuerzos, Pagaba el sueldo a distintos maestros con el fin de que los niños estuvieran escolarizados. Muchos de ellos no acudían a la escuela, siendo todavía de poca edad, porque no había maestros que les atendieran… Y no faltaba la inversión en libros, cuadernos, lápices  y pinturas de colores para que no fueran sin herramientas de trabajo al colegio.
Cuando se daba cuenta que una familia atravesaba una situación difícil, él se brindaba a acompañarles y compartir la “carga”, por eso se constituyó en el padrino de bastantes niños que llevan incluso su nombre. Especialmente se ocupó de Don Andrés Galarza, un padre de familia con dos hijos pequeños, quien a los 23 años cayó de un árbol y quedó parapléjico.
Entre los dos nació una gran amistad.  A causa de las inundaciones, se tuvo que evacuar a Don Andrés y  vivió hasta la muerte, en casa de las Hermanas de Teresa de Calcuta;  a los hijos se les ingresó en un Hogar de P. Salesianos.
El P. Rainer, le  enviaba de vez en cuando donativos, que celosamente guardaba Don Andrés  para cuando sus hijos fueran mayores, comprasen una casita. En la actualidad los hijos disponen de una casita y son profesionales, sobre todo, son unos jóvenes muy buenos y agradecidos, comprometidos en la fe y solidarios con las necesidades que descubren a su alrededor

Hombre caritativo
Al preguntar al Doctor, lo primero que le ha salido ha sido: “supo hacerse uno de nosotros, se adaptó al medio, vivía muy pobremente. La noche que yo llegué, como no había luz no me di cuenta, pero me mostró la cama con mosquitero para que pasara la noche… Cuando amaneció vi que él había dormido en el suelo…  No hacía problema  de comer con la mano o de ir a la bomba a sacar agua… Cuando llegaba a buscar agua, además de llenar su garrafa, abastecía a toda la fila de mujeres que esperaban su turno…” (Memoria del Dr. Orlando Pérez).

Hombre de oración
“Y todo aquello gracias a su espíritu contemplativo. Fue hombre de oración. En su humilde casa, junto a la cruz de San Damián, ardían las velas; En este sagrado lugar contemplaba al Buen Pastor y de Él aprendía el amor al Pueblo. Algunas veces, al inicio, visite con él las comunidades de la parroquia de El Carmen; se desvelaba para saludar a la gente y ser amable con todos. (Solo trabajaba en la parroquia unos tres años (1987 al 1990), pero sus huellas perduran y quedarán por muchos años en la memoria y en el corazón del Pueblo de Dios”
Mons. Antonio B. Reimann,  ofm

Formación Permanente del Clero


En las instalaciones de la “Ciudad de la Alegría”, ubicada en  la arquidiócesis de Santa Cruz. Se llevó a cabo el curso  de formación permanente para el clero Diocesano, del oriente boliviano. Sacerdotes y diáconos, en coordinación con Mons. Braulio Sáez G. (Obispo auxiliar de Santa Cruz) iniciamos este encuentro, el mismo, tuvo lugar los días 12 al 21 de junio de 2012.
Uno de los facilitadores en el desarrollo de los temas fue el P. Juan Manuel Días Sánchez, (sacerdote diocesano de España), quien abordó la doctrina social de la Iglesia como esencia para sus propuestas, también nos iluminaron con sus ponencias: el P. Hugo Aras, Lic. Erwin Bazán y Lic. José Rivera, ellos hicieron un resumen sobre los medios de comunicación Social, y el quehacer sacerdotal.
Las ponencias mantuvieron como eje temático ¨la Doctrina Social de la Iglesia¨ el objetivo estuvo en función a un triple conocimiento:
4 Crecer en conciencia social (incluir las experiencias).
4 Consistir en un contacto directo, al menos algunas problemáticas de los textos de la doctrina social de la Iglesia y su método.
4 Dotar de medios, recursos e información de la evangelización social.

Unos de los temas más relevantes fue “la dignidad de la persona”:

¨Dios crea a la persona humana con plena libertad y conciencia, pues es viva imagen y semejanza de su Creador. El hombre está entre lo más alto de su creación,  está por encima de los seres creados. No es un ser de  instintos, por eso Dios le da la libertad de autodirigirse. Aunque sabemos y vemos que la ley natural es un sistema o planteamiento en crisis. El hombre es un ser de necesidades y ésta se confunde con el deseo. La necesidad se sacia y tiene límites, mientras que los deseos son insaciables. Las necesidades pueden ser de orden física, intelectual y espiritual. El hombre es capaz de darse satisfacción a sus necesidades. Aquí se ve una tendencia  a primar lo individual a costa de negar lo comunitario, tenemos que tomar en cuenta que: LA DIGNIDAD DE LA PERSONA ES INNEGABLE¨.


Los puntos innegables en la persona son:
· La vida
· La libertad religiosa
· Responsabilidad de los padres
· Separación Iglesia – estado.
Para que se de todo esto, es necesario que haya una autoridad que lleve adelante toda esta estructura pensando en el bien común, puesto que la autoridad es servidora del bien común¨(P. Juan Manuel Días)

Otro de los temas que nos interpeló, fue de los medios de comunicación social, ya que aterrizó en uno de los actuales desafíos; “sacerdocio y comunicación”: Liderazgo en la comunicación sacerdotal, quiere decir que todo sacerdote es un líder o tiene el gran desafío de serlo:
· Contando con un equipo eficaz.
· Utilizando la retroalimentación y el diálogo permanente.
· Practicando la capacidad de innovar.
· Creando un ambiente de amor.
· No distrayéndose en las formas y buscando la esencia.

 
Hay cinco pilares fundamentales para alcanzar el liderazgo:
1. Conocimiento de sí mismo: conocer sus fortalezas y debilidades.
2. Ingenio: innovar al mismo ritmo del mundo.
3. Amor: Tratar al otro con amor y con una actitud positiva.
4. Heroísmo: Fortalecer a uno mismo y los demás con aspiraciones heroicas.
5. Dominio de sí mismo: Para dirigir es importante dirigirse a sí mismo.
Todos somos líderes y guías todo el tiempo. El liderazgo nace desde dentro, no es un acto, es una manera de vivir. Convertirse en líderes es un proceso continuo.
Agradecemos al Señor y a todas las personas que hacen posible los Cursos de Formación, para el Clero Diocesano. Ha sido un espacio muy provechoso para todos; a nivel de conocimientos, pero también a nivel espiritual, sin duda, ha permitido fortalecer lazos fraternos, entre los ministros de Jesús Buen Pastor. Retornado a nuestras respectivas comunidades (realidades) convencidos en que vale la pena seguir trabajando por la viña del Señor, y  que él nos acompaña siempre en nuestras actividades pastorales.
Diác. Adalid Ordoñez